NUEVE VILLANCICOS QUE DEBES ESCUCHAR EN NAVIDAD (III)

Desde tiempos remotos la humanidad le ha cantado al Niño Dios, a los personajes del nacimiento o al sentido que entraña la Natividad

La siguiente selección de Aleteia apenas es una minúscula lista de los miles de villancicos populares, especialmente en español, compuestos en cientos de idiomas y modalidades 

La peregrinación (A la huella huella) – Mercedes Sosa

Una figura monumental de la canción latinoamericana como Mercedes Sosa tampoco escapó al deseo de cantar un villancico de su tierra argentina. En su primera Misa criolla grabada en 1964, incluyó una tonada de la pampa en la que relata los esfuerzos de José y María para encontrarle una posada al Salvador. En una de las estrofas compuestas por Ariel Ramírez, autor del clásico Alfonsina y el mar, la canción dice: “…no hay cobijo ni fondas, sigan andando. Florecita del campo, clavel del aire / si ninguno te aloja, ¿adónde naces? / A la huella, a la huella / José y María, con un Dios escondido… ¡nadie sabia!” La peregrinación también es conocida como A la huella huella.


Las posadas / Canción folclórica mexicana / Mariachi Arriba Juárez

Este himno de los mexicanos es protagonizado, según su autor, por san José que recorre uno y otro lugar para implorar que algún alma caritativa les dé posada a su esposa, al Niño que está por nacer y a él. Las posadas también son festejos populares que se celebran en México para preparar del 16 al 24 de diciembre la llegada del Niño Dios. Durante estas coloridas celebraciones las familias cantan villancicos, rezan el rosario, intercambian regalos, preparan comidas ancestrales, rompen piñatas y encienden luces. Una de las versiones más populares la hizo el Mariachi Arriba Juárez, dirigido por Oswaldo Vázquez


El burrito sabanero / Emir Boscán y los Tomasinos / Hugo Blanco

Una canción compuesta para animar las festividades de Navidad y Año Nuevo en países de América Latina se convirtió en un villancico universal. El venezolano Hugo Blanco, su autor, la compuso en 1972 pero solo se publicó cuatro años después cuando la grabó el coro infantil La rondallita que la popularizó en Puerto Rico y Venezuela. Sin embargo, en México, Panamá, Ecuador y Colombia se propagó la versión de Emir Bocán y los Tomasinos, orquesta venezolana que le dio un toque de música tropical para bailar. Hoy, El burrito de Belén, como también es conocido, hace parte del repertorio navideño tanto en celebraciones domésticas como en actos religiosos en iglesias de toda Hispanoamérica.


Vicente Silva Vargas


Fuente: Aleteia