Francisco
explica que Jesús “no mide la cantidad sino la calidad” y “escudriña el
corazón” mirando la pureza de las intenciones
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| El Papa Francisco asomado desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano. (Vatican Media) |
El
Papa reza la oración mariana del Ángelus desde la ventana del Palacio
Apostólico y pide seguir el ejemplo de la viuda pobre el cual nos ayudará a
despojarnos de lo superfluo para ir a lo que realmente importa y a permanecer
humildes.
El
Papa Francisco exhorta a seguir el ejemplo de la viuda pobre como “modelo de
vida cristiana”. Desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano y
antes del rezo mariano del Ángelus del segundo domingo de noviembre, el
Pontífice comenta el Evangelio del día en el que se cierra la serie de
enseñanzas impartidas por Jesús en el templo de Jerusalén y pone de relieve a
dos figuras opuestas: el escriba y la viuda. Los escribas – dice el Papa –
“representan a las personas importantes, ricas e influyentes”; mientras que la
viuda “representa a los últimos, los pobres y los débiles”.
El
Papa se centra en la “actitud de superioridad y vanidad” que caracteriza a los
Escribas, la cual les lleva – asegura – “a despreciar a los que cuentan poco o
se encuentran en una posición económica desventajosa” como lo son las viudas y
señala que Jesús “denuncia la opresión de los débiles” y que Dios “está
claramente de la parte de los últimos”.
Una
enseñanza – continúa el Papa - que Jesús nos ofrece hoy y nos ayuda “a
recuperar lo que es esencial en nuestras vidas y fomenta una relación concreta
y cotidiana con Dios”.
A Dios le interesa nuestro
corazón, no nuestro nombre
En
este sentido, Francisco explica que Jesús “no mide la cantidad sino la calidad”
y “escudriña el corazón” mirando la pureza de las intenciones. Y esto significa
– asegura - “que nuestro ‘dar’ a Dios en la oración y a los demás en la
caridad, debería evitar siempre el ritualismo y el formalismo”. Además señala,
al igual que lo hace Jesús, a la viuda pobre y generosa “como un modelo de vida
cristiana a imitar”. “De ella no sabemos su nombre – dice el Papa - pero
conocemos su corazón” y eso – subraya – “es lo que cuenta delante de Dios”.
Pensar en la viuda pobre
para despojarnos de lo superfluo
Por
último pide “pensar en esta mujer” cuando somos tentados por el deseo de
aparecer y de dar cuenta de nuestros gestos de altruismo, incluso cuando
estamos demasiado interesados en la mirada de los demás. “Nos hará bien” dice
Francisco, y nos ayudará “a despojarnos de lo superfluo para ir a lo que
realmente importa y a permanecer humildes”.
Mireia
Bonilla – Ciudad del Vaticano
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