Lo
que han dicho en Roma sobre el fenómeno sectario un cardenal, un ministro, un
sacerdote y la policía, entre otros
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Un vacío en los jóvenes
En
la inauguración de la jornada, el cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de
la Congregación para las Causas de los Santos, refiriéndose concretamente a las
sectas satánicas, afirmó que “si los jóvenes van en búsqueda de Satanás,
significa que hay un vacío en la persona”.
Según
leemos en SIR, ante el
“fenómeno preocupante” de las sectas, el cardenal señaló que la Iglesia
católica debe “dar ideales, sentido a la vida, a las personas y sobre todo a
los chicos”. Por eso el asunto no es ajeno a la comunidad creyente, sino que
“es un tema delicado que como Iglesia nos toca de cerca”.
Al
reconocer la labor que desarrolla la Comunidad Papa Juan XXIII (APG23),
co-organizadora del evento, con las víctimas de las sectas en Italia (a las que
atiende a través de un número de teléfono gratuito), el cardenal Becciu dijo
que “la Iglesia debe preocuparse de los aspectos negativos de la sociedad, especialmente
cuando afectan a los jóvenes”.
Traficantes de ilusiones
El
presidente de APG23, Giovanni Paolo Ramonda, aprovechó su intervención para
prevenir ante la labor dañina de los que denominó “traficantes de ilusiones”,
llamando a construir “la sociedad de lo gratuito y del amor”, ya que “las
sectas proliferan donde el individualismo desenfrenado, el uso inadecuado de
las redes sociales y una comunidad fragmentada deja solas a las personas
débiles”, según informa In Terris.
Por
ello, para Ramonda, un elemento esencial de prevención es “el crecimiento de
una comunidad que camine como pueblo teniendo cuidado unos de otros,
garantizando los derechos fundamentales de las personas, como el derecho a la
vida y a una familia fundada sobre el vínculo matrimonial, a la posibilidad de
tener un trabajo que contribuya al bien común, a una escuela que forme en
educación, respeto, legalidad y responsabilidad”.
Como
añadió el rector de la Universidad anfitriona, es necesaria “una acción
educativa que parta de la persona y llegue a la persona”. Porque, recordó el
periodista Piergiorgio Giacovazzo, “es imposible percibir las dimensiones
reales del fenómeno” y, en cuanto a las víctimas, “se equivoca quien piense que
sólo son pobres diablos: provienen de todas las categorías sociales y
económicas”.
La indefensión de las
víctimas
El
sacerdote y exorcista Aldo Buonaiuto, encargado del servicio de la APG23
dedicado a las sectas, tuvo una intervención destacada en el encuentro,
señalando que “estamos hablando de un mundo invisible, formado principalmente
por tantísimas víctimas. Personas no escuchadas, aisladas también por las
instituciones, ridiculizadas, humilladas, obligadas a esconderse, a vivir en
condiciones de una indiferencia espantosa, que se esconden y se avergüenzan
profundamente”.
Aunque
el fenómeno de la adoración del demonio atrae mucho la atención de los medios
en Italia, Buonaiuto aclaró que las sectas “no todas son satánicas, pero todas
son diabólicas, porque separan al individuo de sí mismo, de las personas
queridas, a menudo del trabajo, y de la misma vida”. Los líderes sectarios,
subrayó, “se aprovechan de la soledad, debilidad, estado de necesidad,
sufrimiento…”.
Policía: “son organizaciones
criminales”
Por
su parte, Francesca Capaldo, responsable del equipo antisectas de la Policía
del Estado, definió las características de estos grupos desde el punto de vista
criminalístico: “las sectas son organizaciones criminales con estructura
piramidal que caracterizan la vida de la comunidad a través de un líder
carismático que tiene un programa preciso de persuasión dirigido a condicionar
el pensamiento de los adeptos y a realizar la manipulación mental”.
Para
la agente, según informa Corriere Nazionale,
“la regla que rige entre los adeptos es la omertà [ley del silencio].
El modus operandi de estas organizaciones consiste en dirigirse a personas que
son frágiles emocionalmente a causa de un luto, la pérdida del trabajo o
problemas de salud; esto es lo que emerge de una actividad de investigación que
en los últimos años ha implicado a muchas personas, sobre todo mujeres, entre
las víctimas”.
Y
es que las sectas con frecuencia “se mueven tras la fachada de asociaciones
culturales o de otro tipo. Se aprovechan de un problema para el cual la víctima
querría una solución inmediata”. Por otro lado, Vittorio Rizzi, director de la
Central Anticrimen de la Policía del Estado, afirmó que ésta es consciente de
la “peligrosidad del fenómeno”, y recordó que “el problema del sectarismo,
antes que de naturaleza criminal, es cultural”.
Ministro Salvini: sostener
la familia
La
jornada celebrada en la Universidad LUMSA contó con otro invitado de excepción:
el ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, que apuntó a los factores
sociales que hacen a los jóvenes y no tan jóvenes más vulnerables a la
captación sectaria y a cualquier otro fenómeno de dependencia: el
individualismo, el egoísmo y el consumismo.
Frente
a ello, llamó a “volver a poner en el centro la familia”, punto de referencia
esencial, y para esto “es necesario destinar dinero, estabilidad y certezas a
la institución fundamental de la sociedad que es la familia”, para que
“recupere el bien más grande que es el tiempo”, tal como se lee en In Terris.
Luis
Santamaría
Fuente:
Aleteia