Todos los Santos
Buenos días, hoy celebramos la solemnidad de Todos los
Santos. Mañana nos reuniremos para celebrar la conmemoración de los Fieles
difuntos.
Entre hoy y mañana celebramos el misterio de la Iglesia.
Una Iglesia que es al tiempo, gloriosa en sus santos, peregrina en nosotros y
purgante en los difuntos. Y todos unidos en un solo Cuerpo, el de Jesucristo
nuestro Señor.
Preparémonos a celebrar hoy con gozo la vida de los
mejores hijos de la Iglesia, que aunque no sepamos su nombre, están en la
Gloria de Dios intercediendo por nosotros.
MONICIÓN A LAS
LECTURAS
Todos los bautizados estamos llamados a ser
santos como nuestro Dios es Santo. ¿Pero que es la santidad? Y lo que es más
importante, ¿realmente está a nuestro alcance el poder ser santos?
Hoy las lecturas nos iluminan de un modo
especial y nos animan a reproducir en nuestras vidas aquellas virtudes que nos
permiten parecernos a Cristo, el verdadero Santo de Dios.
Escuchemos con atención la Palabra que hoy se
nos proclama.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada petición
respondemos: ¡Haznos santos como Tú eres
Santo!
- Por el Papa,
los obispos y sacerdotes, para que en fidelidad a su ministerio de
santificación estén siempre al servicio del pueblo de Dios. OREMOS.
- Por nuestra patria, para que superando cualquier división pongamos
los medios necesarios para recuperar la concordia y el proyecto común. OREMOS.
- Por los niños y jóvenes cristianos para que no repriman su deseo de
plenitud y fieles a Cristo sigan los caminos que conducen a la santidad. OREMOS.
-
Por los que buscan la fe, para que encuentren testigos del Evangelio que les
aliente en su búsqueda. OREMOS.
-
Por todos nosotros, para que cultivemos nuestra vida cristiana, para que
apoyados en la Palabra de Dios, en los sacramentos y en la vida fraterna nos
vayamos identificando con Cristo. OREMOS.
ORACIÓN FINAL
Dios, Padre de bondad,
tres veces Santo en la unidad del Hijo y del
Espíritu,
tuyo es el poder y la gloria,
tuya la piedad y la misericordia.
¿Quién podrá conocer tu Misterio?
¿Quién adorarlo dignamente?
Señor, nosotros somos pecadores,
nuestros pensamientos, palabras y obras
nunca pueden estar a tu altura;
todo lo que brota de nuestra mente y corazón
palidece ante el resplandor de tu santidad.
Dios de gloria y de
bondad,
Santo entre los ángeles
del cielo,
humildemente te pedimos
que envíes tu Espíritu
sobre nosotros,
para que su unción nos
haga semejantes
a tu Hijo, Jesús, corana
de los santos.
También te pedimos,
que nos ayudes a dar testimonio de tu
santidad
entre aquellos con los que convivimos,
para que puedan reconocer,
como nosotros reconocemos,
que solo Tú eres Santo en la gloria del
cielo.
