El
episcopado venezolano está en el Vaticano, ya se han reunido con el Secretario
de Estado, el cardenal Pietro Parolin
Con ocasión
de su actual visita Ad Limina, el Papa Francisco recibirá en el Vaticano a 43
obispos venezolanos que viajaron hasta a Italia para reunirse con líderes de la
Iglesia en Roma y pedir ayuda concreta para la gente del país.
Dice el
refrán popular que “después de la tormenta, llega la calma…”. Y a pesar de que
el panorama en Venezuela parecería, para quienes lo padecen en
primera persona, que es un laberinto sin salida, impresiona
ver cómo hay cristianos que no pierden la esperanza, e
incluso, continúan su misión pastoral buscando ser “una gota en el Océano”.
Así lo han
revelado para Religión Confidencial fuentes de la Conferencia
Episcopal Venezolana (CEV) y una misionera europea que vive en este país -que
por obvios motivos, no podemos revelar su identidad-. Con ambos, he
podido conversar en diferentes ocasiones recientemente para poder comprender un
poco más su situación.
En estos
encuentros, ninguno ha expresado sus opiniones sobre la situación política del
país, pues son conscientes que ese no es el papel que juega la Iglesia, sino que se
ha hablado desde la perspectiva pastoral, sin dejar de
reconocer y condenar, los hechos objetivos, obstáculos, que las personas que
viven en el país deben superar cada día.
Llama la
atención cómo la prensa internacional no siempre reporta algunas de las
dificultades concretas que la población está padeciendo -situación en la que se
ven afectados también los miembros eclesiales y que ha ocasionado que muchos
misioneros se hayan marchado del país-.
Por citar
solo algunos que dichas fuentes han explicado, son la falta de servicios
públicos básicos, como agua, electricidad, medicinas, transporte público, entre
otros. Sin embargo, la Iglesia ha conseguido impulsar iniciativas de
solidaridad concreta. Como por ejemplo, las ollas solidarias que
se realizan en numerosas parroquias de todo el país y que consiste en preparar
y distribuir una plato nutritivo para la población, sin hacer distinción de
credos. Iniciativa que fue promovida por Cáritas en Cuaresma, pero que vista la
situación crítica se ha convertido en permanente.
Por otro
lado, la religiosa ha revelado concretamente cómo su Congregación vive su
misión concreta: desde hace más de una década, se trasladan a un barrio
periférico de la ciudad y comparten la vida con la gente más
necesitada. Incluso, algunos días duermen allí -poniendo en riesgo su
seguridad y habiendo sufrido diversos robos-. Sin embargo, ella ha insistido
que no tienen miedo y que confían la protección divina y en que los mismos
laicos que comparten su misión cuidan de ellas.
Los obispos venezolanos a solas con el Papa
En
concreto, desde el jueves pasado 6 y hasta el próximo sábado 15 de
septiembre, 43 miembros del episcopado venezolano realizan en
Roma la Visita Ad Limina Apostolorum en donde se reúnen con los jefes
de diferentes dicasterios vaticanos para tratar cuestiones de interés de la
Iglesia local. Es muy interesante también, el acercamiento que tienen
con la Secretaría de Estado, encabezada por el cardenal Pietro Parolin,
quien, como recordarán, es el anterior representante de la Santa Sede en el
país, por lo que conoce de primera mano la situación.
El programa
prevé que el próximo martes 11 de septiembre, los obispos en Roma
se reúnan con el Papa Francisco en el Palacio Apostólico. Cita a
puertas cerradas a la prensa, pero que será de especial interés internacional.
Por este
motivo, hemos conversado con diferentes fuentes de la CEV y han insistido en
que la difícil situación del país ha influido en la gran comunión que existe
entre los obispos venezolanos. “No hay división interna, es un
episcopado muy unido, trabajan al unísono, todos los obispos están
comprometidos con la gente y comparten de cerca sus dificultades”.
Por
ejemplo, explican los obispos venezolanos, que buscan ser
esperanza para todos, no solo con las personas que van a la Iglesia, sino
también en el barrio, con la gente más necesitada, incluso que a menudo se les
ve en los velorios de personas que han fallecido (algunas víctimas de la
violencia que se vive).
En este
sentido, los pastores se sienten “en plena sintonía con el Evangelio y
con la exhortación a trabajar en las periferias, a tener olor a oveja, para dar
al pueblo venezolano esperanza y ayudar, en lo que pueden, pues ellos mismos
viven la situación de precariedad”.
Fruto esperado de la audiencia con el Papa
Por un
lado, los obispos han insistido en la cercanía de Roma y del acercamiento
concreto de la jerarquía vaticana. Sin embargo, hay quienes todavía esperan “que las
declaraciones sean aún más contundentes, que los pronunciamientos sean
más claros”.
Han
reiterado que agradecen la cercanía del Papa Francisco, quien en más de una
ocasión, ha remarcado que “en la voz de los obispos venezolanos también
se siente la voz del Pontífice”, y el episcopado no se ha detenido en
la condena de la injusticia social que han manifestado en
diferentes exhortaciones.
Por este
motivo, las fuentes de la Conferencia Episcopal Venezolana confían que esperan
que tras la próxima reunión papal, el Papa pueda hacer más presión
internacional en relación a los países vecinos. “Hacer sentir con más
fuerza su voz con otros gobiernos que apoyan a la democracia”, esto, sin
desconocer el trabajo diplomático que la Santa Sede realiza a diferentes
niveles.
Por último,
han revelado las muestras de cercanía concreta de diferentes Conferencias
Episcopales del mundo, especialmente de Centroamérica y Sudamérica, “la
Iglesia está tendiendo la mano también a los venezolanos que se han
visto obligados a marcharse por la situación”. Por ejemplo, algunas
diócesis vecinas están impulsando numerosas iniciativas de acogida a los casi
tres millones de migrantes venezolanos que se han tenido que marcar caminando a
otros países vecinos. Lugares en donde la Iglesia ha creado oficinas
para atención a los migrantes para ayudarles en diferentes aspectos, incluso en
la atención legal. Para ser “muchas más gotas de agua que componen el
Océano”.
mercedes.cronicaderoma@gmail.com
Fuente: ReligionConfidencial