Día Internacional de los Pueblos Indígenas. “Necesitamos que los
pueblos originarios moldeen culturalmente las Iglesias locales amazónicas… Que
puedan plasmar una Iglesia con rostro amazónico y una Iglesia con rostro
indígena”
“El
reconocimiento de estos pueblos —que nunca pueden ser considerados una minoría,
sino auténticos interlocutores— así como de todos los pueblos originarios nos
recuerda que no somos los poseedores absolutos de la creación”, con estas
palabras el Papa Francisco alentaba a los pueblos indígenas, en su discurso en
el Encuentro con los Pueblos de la Amazonia, en el marco de su Visita
Apostólica a Chile y Perú en enero de 2018.
Estas palabras pronunciadas por el Santo
Padre en Puerto Maldonado adquieren un mayor significado en el Día
Internacional de los Pueblos Indígenas. Desde cuando las Naciones Unidas
decidieron en 2007, la aprobación de la Declaración de los Pueblos Indígenas,
se celebra cada 9 de agosto el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Este
año en ámbito eclesial, esta celebración adquiere una particular relevancia en
el contexto del Sínodo de los Obispos para la Región Amazónica convocado para
octubre de 2019.
Defender
los pueblos indígenas
“Considero imprescindible realizar
esfuerzos para generar espacios institucionales de respeto, reconocimiento y
diálogo con los pueblos nativos – afirmaba el Papa – asumiendo y rescatando la
cultura, lengua, tradiciones, derechos y espiritualidad que les son propias”.
Un diálogo intercultural en el cual ustedes, precisaba el Pontífice, sean
los «principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes
proyectos que afecten a sus espacios». El reconocimiento y el diálogo será el
mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la
exclusión y la discriminación.
“De esta preocupación surge la opción
primordial por la vida de los más indefensos. Estoy pensando – subrayaba el
Santo Padre – en los pueblos a quienes se refiere como Pueblos Indígenas en
Aislamiento Voluntario (PIAV). Sabemos que son los más vulnerables de entre los
vulnerables. El rezago de épocas pasadas los obligó a aislarse hasta de sus
propias etnias, emprendieron una historia de cautiverio en los lugares más
inaccesibles del bosque para poder vivir en libertad”. Sigan defendiendo a
estos hermanos más vulnerables, alentaba el Papa Francisco, su presencia nos
recuerda que no podemos disponer de los bienes comunes al ritmo de la avidez y
del consumo. Es necesario que existan límites que nos ayuden a preservarnos de
todo intento de destrucción masiva del hábitat que nos constituye.
La
riqueza de los pueblos indígenas
Los pueblos indígenas representan una
gran diversidad: más de 5000 grupos distintos en unos 90 países y hablan una
abrumadora mayoría de las aproximadamente 7000 lenguas del mundo. Están
constituidos por 370 millones de personas aproximadamente, es decir, más del 5%
de la población mundial y, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más
desfavorecidas y vulnerables representando el 15 por ciento de los más pobres.
Los pueblos indígenas han heredado y
practican culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio
ambiente. Retienen, además, rasgos sociales, culturales, económicos y políticos
que son distintos de los predominantes en las sociedades en las que viven. Pese
a sus diferencias culturales, los pueblos indígenas de todo el mundo comparten
problemas comunes a la hora de proteger sus derechos como pueblos diferentes.
Las poblaciones autóctonas han buscado durante años el
reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus
territorios tradicionales y recursos naturales. Pese a ello, a lo largo de la
historia, sus derechos han sido siempre violados. En la actualidad, se
encuentran sin duda entre las poblaciones más vulnerables y perjudicadas del
mundo. La comunidad internacional reconoce ahora que se necesitan medidas
especiales para proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.
Renato Martínez – Ciudad del Vaticano
Fuente: Vatican News