Se
dedicó al diálogo con todos los hombres de buena voluntad, sirviendo a la
Iglesia a pesar del peso de su enfermedad, tal como afirmó el Decano del
Colegio Cardenalicio
Esta
mañana, a las 10.45 en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana se
celebraron lugar las exequias del Cardenal Jean-Louis Tauran, Camarlengo de la
Santa Romana Iglesia y Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo
Interreligioso.
Camino iluminado por las
Bienaventuranzas
En
Evangelio, Jesús – explicó el Cardenal Sodano – nos ha recordado cuáles son las
verdaderas Bienaventuranzas del cristiano. Es siempre conmovedor escucharlas
proclamar en nuestra Iglesia. “Son Bienaventuranzas que iluminaron la vida de
nuestro querido hermano difunto como estrellas luminosas en su camino” –
subrayó el Decano del Colegio Cardenalicio – y añadió que durante muchos años
él mismo fue testigo del gran espíritu apostólico del Cardenal Tauran.
Del Concilio, diálogo con
hombres de buena voluntad
Asimismo
el Decano destacó “la gran figura” de sacerdote, obispo y Cardenal, que “dedicó
su vida, como tantos, al servicio de la Santa Sede, de la Iglesia y últimamente
al diálogo con todos los hombres de buena voluntad”. De este modo, “siguió la
línea trazada por el Concilio Ecuménico Vaticano II” con empeño – según
la Gaudium et Spes – para “ser hermanos y, por tanto, llamados a una
sola y evidente vocación humana y divina”, trabajando juntos “sin violencia ni
engaño” en la construcción “del mundo en la paz verdadera”.
El rito de la Commendatio
y della Valedictio
Una
hora más tarde, el Santo Padre se dirigió a la basílica, al término de las
exequias, para presidir el rito de la Ultima Commendatio y della
Valedictio. Presidió la celebración de esta liturgia fúnebre el Cardenal Angelo
Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, junto a los demás purpurados,
arzobispos y obispos presentes en Roma.
Recuerdo de su amigo, el
Cardenal Santos Abril y Castelló
Para
un recuerdo del Purpurado fallecido, nuestra colega Hélène Destombes entrevistó
al Cardenal español Santos Abril y Castelló, amigo personal del Cardenal
Jean-Louis Tauran.
El
Cardenal francés, recordamos, falleció el pasado jueves 5 de julio en EEUU a
donde había viajado para tratarse por el morbo de Parkinson que padecía desde
hacía mucho tiempo. Tenía 75 años y durante más de una década guió el Consejo
Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
Entre
las imágenes más conocidas se destaca la del anuncio de la elección del Papa
Francisco desde el balcón central de la Basílica de San Pedro. Mientras cabe
destacar que el Papa Bergoglio dirigió unas palabras de gran afecto en el
telegrama de pésame que envió la semana pasada a la hermana del purpurado. En
efecto, Francisco lo recordó como “hombre de fe profunda”, apreciado sobre todo
por sus “relaciones de confianza y estima” que supo establecer con “el mundo
musulmán”.
Los
restos del Cardenal Jean-Louis Tauran descansan ahora en la Basílica menor
romana de San Apolinar en las Termas Neronianas-Alejandrinas, de la que había
sido titular.
Composición del Colegio
Cardenalicio
Con
el fallecimiento del Cardenal Tauran el Colegio Cardenalicio resulta ahora
compuesto por 225 purpurados, de los cuales 124 son electores y 101 no
electores.
María
Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
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