El amor infinito que nos tiene el sagrado corazón
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| Dominio público |
Estaba saliendo de una
cafetería, con mi café en la mano, di unos pasos y oí disparos, al
voltear la mirada pude ver a dos hombres vestidos de negro huyendo en una moto.
Atrás de mí, tirado en la calle, estaba un hombre de aproximadamente 35 años con todo el pecho lleno de sangre, me acerqué, me hinqué y le dije que la Virgen estaba con él, que confiara en Dios.
Puse en su pecho herido un Detente del Sagrado Corazón que significa: "Detente enemigo que el Corazón de Jesús está conmigo" y un Rosario.
Atrás de mí, tirado en la calle, estaba un hombre de aproximadamente 35 años con todo el pecho lleno de sangre, me acerqué, me hinqué y le dije que la Virgen estaba con él, que confiara en Dios.
Puse en su pecho herido un Detente del Sagrado Corazón que significa: "Detente enemigo que el Corazón de Jesús está conmigo" y un Rosario.
El hombre estaba con los
ojos cerrados pero yo sentía que me entendía. En eso llego una doctora quién
intento reanimarlo dándole masaje en el corazón. Empecé a rezar el Rosario
pidiendo por el perdón de sus pecados, por la salvación de su alma. En eso
pensé que tenía que rezar la Coronilla de la Divina Misericordia, al estaría
rezando la doctora dijo: "lo estamos perdiendo", pude ver como el
color de su cara palidecía. Fue justo al terminar de rezar la Coronilla cuando
llego la ambulancia y la doctora dijo que acababa de morir.
En ese momento empecé a
llorar, di gracias a Dios por haberme permitido estar ahí y ayudarlo, tuve la
certeza de que Javier estaba a salvo en manos del Sagrado Corazón de
Jesús y de la Virgen.
Yvonne Cobián de Arteaga
Fuente: Apóstoles del
Sagrado Corazón
