En su
nuevo artículo “Jesús
salva”, el Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gomez,
expresó algunas reflexiones sobre la salvación que nos trae Jesucristo, a la
luz del nuevo documento del Vaticano titulado “Placuit Deo” (“Quiso Dios”)
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Crucifijo en Catedral de San Salvador, El Salvador.
Foto: David Ramos / ACI Prensa
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“Creo que
todos entendemos que Jesús bajó del cielo para nuestra salvación. Él es nuestro
Salvador; Él es el Salvador del mundo. Pero ¿qué significa eso? ¿De qué nos
salvó y cómo lo hace? ¿Y, ante todo por qué es que necesitamos la salvación?”,
escribe Mons. Gomez.
“Este es
el tipo de preguntas que dieron lugar a un nuevo documento emitido la semana
pasada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, del Vaticano”, añade, en referencia
a la carta
Placuit Deo.
El 1 de
marzo, la Congregación para la Doctrina de la Fe presentó la carta Placuit Dei
“a los Obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la salvación
cristiana”.
En esa
carta, firmada por Mons. Luis F. Ladaria, Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, se recuerda que “el lugar donde recibimos la salvación traída
por Jesús es la Iglesia”.
Mons.
Gomez destaca en su artículo además que Placuit Deo, “aprobada por el Papa
Francisco”, advierte que “frente a actitudes individualistas que defienden la
autosuficiencia del hombre, la salvación radica en Cristo y se recibe en la
Iglesia”.
“El
documento refleja la preocupación del Papa Francisco de que nuestras ideas y
creencias actuales estén siendo influenciadas por un nuevo ‘Pelagianismo’ y por
un nuevo ‘Gnosticismo’”, indica el Arzobispo de Los Ángeles.
“Estas
fueron herejías de los primeros años del cristianismo, pero en cierto
sentido, estas maneras de pensar son tan antiguas como el pecado original”.
Mons.
Gomez recuerda que “al igual que los pelagianos, Adán y Eva trataron de seguir
su propio camino en este mundo, como si no necesitaran de Dios”.
“Y al
igual que los gnósticos, nuestros primeros padres también creyeron que tenían
una ‘conocimiento interno’, una sabiduría especial que les había sido impartida
por la serpiente que les ofreció un ‘atajo’ para llegar a ser como Dios”.
El Prelado
advierte que en la actualidad “ninguno de nosotros está por encima de estas
tentaciones, pues son parte del aire cultural que respiramos”.
“Todos
estamos tentados de pensar que somos lo suficientemente inteligentes y lo
suficientemente fuertes como para vivir sin Dios”, indica, y destaca que “eso
es parte de lo que el Papa quiere decir al hablar de neo-pelagianismo”.
Mons.
Gomez subraya luego que “Jesús salva” y “su salvación es real”. “Esta
es la hermosa verdad de nuestra religión. Esta es la esperanza con la que
vivimos”.
“Dios
envió a su único Hijo al mundo precisamente porque él sabe que nosotros no
podemos salvarnos a nosotros mismos. Jesús viene como uno de nosotros en todas
las cosas excepto en el pecado”, recuerda.
El
Arzobispo de Los Ángeles añade que “somos salvados para participar de la misión
de amor y misericordia de Cristo. Y este viaje continúa hasta que lleguemos a
la casa del Padre en el cielo, cuando lo veamos cara a cara”.
Para leer
la carta Placuit Deo, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, puede
ingresar AQUÍ.
Fuente:
ACI