Monja-gato-pájaro
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Jubi
es una perrita que tiene unas circunstancias peculiares: vive en un convento de
clausura. Por lo tanto, se rodea de monjas, pájaros y el gato.
Cuando
alguien la saca a pasear a la calle, mira a los perros con los que se cruza
como a seres extraños que nada tienen que ver con ella y, si se le acerca
alguno, por muy pequeño que sea, huye atemorizada.
Nos
sigue por la huerta y, cuando vamos a entrar al monasterio, hace fila para
entrar por la puerta como si de una más se tratase, ¡se cree monja!
El
otro día, a las 11 de la noche estaba en uno de los claustros ladrando porque
no podía salir. ¿Qué cómo entró? ¡Creyéndose gato! Saltó (bueno, más bien se
tiró) desde la ventana que usa Maripo, pero, claro, luego no podía trepar para
salir... ¡porque es perro, aunque también se identifique con el gato!
Y
en la huerta corre detrás de las palomas dando brincos, como si, a fuerza de
saltar, fuese a conseguir volar como ellas... ¡también se cree paloma!
Cuando
somos pequeños, las circunstancias que nos rodean van influyendo en nuestra
forma de ser: si nos han ridiculizado en algún momento, si nos han marcado un
listón de perfección o nos han etiquetado de alguna manera (“bueno”, “trasto”,
“tímido”) ... Nos convertimos en aquello que lo que nos rodea va haciendo de
nosotros y, como Jubi, intentamos volar, trepar, ir a rezar al coro... y no
estamos preparados para ello, nuestro ser no se configura con aquello que
estamos viviendo.
¿Y
tú? ¿Quién eres? ¿Quién intentas ser?
Hoy
Jesús te tiende la mano para que seas tú mismo, para que no te dejes llevar por
las circunstancias ni por las personas que te rodean. Jesús siempre quiere que
seamos nosotros mismos, quiere que seas la persona que Él ha creado. El te ama,
ha dado toda su vida por ti, ha muerto y resucitado para que tú tengas vida,
para que seas feliz, para que seas tú mismo... para que encuentres la
felicidad.
Hoy
el Reto del Amor es que en una situación seas tú mismo; déjate llevar por ese
impulso que Jesús pone en tu corazón, y ama, sonríe o perdona... No quieras
hacer ni de paloma, ni de gato, ni de monja. Hoy sé hijo amado de Dios.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
