Confesiones del cardenal Tobin sobre la presencia
de la mujer en la Iglesia
El cardenal Joseph W. Tobin, arzobispo de
Newark, se ha caracterizado por sus posturas muy cercanas al magisterio del
papa Francisco, sobre todo en el tema de los migrantes y los refugiados, así
como en la concepción del papel de las mujeres dentro de la Iglesia católica.
Justo sobre este tema ha
conversado, largamente, con Kimberly F. Baker, profesora asociada de Historia
de la Iglesia en el Seminario de Saint Meinrad y en la Escuela de Teología en
St. Meinrad, Indiana.
Baker y Tobin concedieron en la
conferencia inaugural del encuentro “Mujeres de la Iglesia”, celebrada del 7 al
9 de octubre de 2016 en Ferdinand, Indiana, y han seguido realizando un diálogo
que, a manera de entrevista, en la revista “América”.
Un verdadero siervo de los siervos
Sobre la posibilidad de “una presencia más
incisiva” de la mujer en la Iglesia que quiere el Papa Francisco, el cardenal
Tobin cree que el llamado del Papa es muy claro: que los obispos deben
asegurarse “que los dones de las mujeres se reflejen en la Iglesia local que
les ha sido confiada”.
Para el prelado entrevistado por
Baker, la diferencia de Francisco con respecto a otros pontífices, que también
han hablado de esta integración del “genio femenino” (como San Juan Pablo II lo
hizo) en la Iglesia, es que Francisco “está viviendo de una manera muy visible,
a través de la simplicidad de su vida el ser “siervo de los siervos de Dios”.
Y esto se demuestra con acciones
y elecciones concretas como, por ejemplo la Comisión de Estudio sobre el
Diaconado para las Mujeres y a quiénes puso para llevar a cabo esta misión.
“Aquí desde América del Norte,
estamos encantados de que Phyllis Zagano, que es una mujer muy erudita y
también una mujer muy claramente experta sobre el tema, haya sido nombrada”,
subrayó Tobin en la entrevista.
El desafío del clericalismo
Más adelante, haciendo una comparación con
lo que solía decir con frecuencia el papa Benedicto XVI, en el sentido que una
diócesis o una iglesia particular que no tiene religiosos está empobrecida,
“creo que, análogamente, no puedo imaginar una diócesis que quiera suministrar
en plenitud de la misión de la Iglesia sin tener la voz de la mujer
representada en sus decisiones”.
Ante la pregunta de Baker sobre
qué motiva al cardenal Tobin “a promover y alentar a las mujeres en el liderazgo,
ya sea a nivel local o en el nivel de la Iglesia universal”, el purpurado
contestó que no obstante las mujeres representan los valores más profundos de
la familia y de la Iglesia, “a las mujeres se les han dado muchas razones para
abandonarla”.
Uno de los mayores desafíos que
enfrenta la Iglesia católica, piensa el cardenal Tobin, es el de incorporar a
las mujeres en la formación de los sacerdotes y en la vida de las diócesis
superando “el desafío general del clericalismo”.
El papa Francisco, dice el
arzobispo de Newark, “ha desafiado” al clericalismo, “que no es simplemente una
mentalidad potencialmente misógina, sino una mentalidad cerrada. Es una
mentalidad cerrada que cree en ciertos privilegios y derechos”.
Que las mujeres no se callen
Algo que, dice, ha notado el cardenal Tobin
en su ministerio es que, “a veces las mujeres dejan la Iglesia porque sienten
que no las ven o que no hay un lugar para sus dones”.
“Al mirar hacia el futuro,
¿cuáles serían sus esperanzas para las mujeres en la Iglesia?”, pregunta Baker,
a lo que, en primera instancia respondió Tobin que su esperanza “sería que la
abracen (a la Iglesia católica) como su hogar”.
Y remató la entrevista
subrayando que espera “que las mujeres continúen diciendo la verdad y expresen
la verdad al poder (eclesiástico) cuando lo necesiten. Y, sobre todo, que no
pierdan la sensación de alegría. No perder la alegría que tenemos por el
increíble amor de Dios”.
Jaime Septién
Fuente:
Aleteia