Cerca de
3.000 personas celebrarán la beatificación de 60 nuevos mártires de la familia
vicenciana, el sábado 11 de noviembre en Madrid
«Estos 60
mártires dieron su vida por amor. Murieron amando y perdonando. Mostraron una
sabiduría que viene de arriba, que no lleva a rivalidades ni a desórdenes, sino
que viene de Jesucristo», ha dicho el cardenal Osoro este jueves durante la
rueda de prensa de presentación de la beatificación de 60 miembros de la
familia vicenciana que va a tener lugar el sábado 11 de noviembre en Madrid.
La
celebración comenzará a las 11 horas en el palacio de Vistalegre y será
presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las
Causas de los Santos. Concelebrarán otros siete cardenales y 28 obispos, y se
prevé que participen en ella cerca de 3.000 personas.
El
arzobispo de Madrid ha propuesto a estos mártires como modelo para «dar la vida
como ellos, sirviendo a los demás y considerándolos más importantes que uno
mismo». Para el cardenal Osoro, «solo el amor y el perdón sirven a los hombres.
Si deseamos este camino para nosotros hay que pedirlo, porque no es algo
espontáneo y natural, sino que es un regalo que se nos da», ya que esta forma
de vivir «solo la hace posible Jesús; es Él el que nos permite dar la vida por
Dios y por los demás. Y es una propuesta de vida extraordinaria».
Todo
ello llevará a «construir un mundo sin rencores ni odios ni envidias, en el que
seremos capaces de dar la vida por los otros, aunque no piensen como nosotros»,
porque «las armas de los seres humanos no son las del odio ni las del
rencor, sino las de Jesucristo: el amor que genera vida, y no muerte», ha
subrayado el purpurado.
Para
el arzobispo de Madrid, estos mártires son un modelo «más actual que nunca»,
porque «hay momentos en la historia en los que parece que nos cuesta perdonar.
Por eso es bueno traer a la memoria a personas como estas, gente que no
destruye sino que perdona, que da la vida no por una idea, sino por una
persona: Jesucristo», porque «la paz tiene un nombre y un rostro:
Jesucristo».
Misión y caridad
El
visitador de la provincia San Vicente de Paúl-España, el padre Jesús María
González, ha señalado que «para la familia vicenciana esta beatificación
es un broche de oro al jubileo de los 400 años de carisma vicenciano que
estamos celebrando este año». Además, estos mártires «llevaron a cabo al carisma
vicenciano: misión y caridad, y han sido fieles continuadores de la misión
que Cristo nos ha confiado».
Por
su parte, la hija de la Caridad Ángeles Infante, miembro de la comisión de
preparación del evento, ha destacado que la beatificación es «una gran
fiesta de fe, de perdón y de esperanza», porque para los mártires «su gran
tesoro es la vida, que entregan por amor a semejanza de Cristo. Y esto solo se
entiende con la fe». Además, «todos ellos murieron perdonando», porque para
ellos el perdón fue «su perla preciosa».
Juan
Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Fuente:
Alfa y Omega