¿Qué crema usas?
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
No
sé si te cuidarás las manos muy a menudo; la verdad es que, entre la falta de
tiempo, que a veces no hay cremas, y que en ese sentido soy un poco
descuidada... lo hago muy de vez en cuando.
Pero
ayer, justo antes de bajar al Rosario, encontré por el camino un bote de crema
y me eché en las manos. Llegaba justa y no podía detenerme, así que me dediqué
a extenderme la crema por el camino. Frotaba y frotaba, pero no había manera de
que mis manos absorbiesen la capa blanca-grasienta que las recubría. Para
colmo, tenía que coger un cuaderno, así que, para que no se manchase, sólo pude
hacerlo con la ayuda del codo y el brazo, mientras mantenía las manos en alto.
También tenía que cerrar una caja y, al hacerlo, mis dedos quedaron
perfectamente marcados.
En
el Rosario seguía frotando y nada... y claro, después necesitamos utilizar el
breviario para rezar sexta y no pude abrirlo, pues sus finas hojas quedarían
marcadas por cercos imborrables...
La
crema que nos echamos para tratar a los demás es importante: les tratamos según
la crema que nos hayamos echado en las manos. Hay cremas que te hacen llevar
las manos en alto con miedo a acariciar, con miedo a amar; otras dejan cerco en
lo que tocan, pues no ponen amor en sus palabras; otras suavizan, hacen que se
respire un ambiente de paz y de alegría; no echarse crema puede llevar a
contestaciones con aspereza que hieren... La crema que nos echamos cada día es
importante.
¿Cuál
es la crema que quieres tener para tratar a las personas? Según la crema que
tengas, vas a dejar un cerco, vas a suavizar...
Jesús
siempre tiene un tacto especial para tratar a las personas. Una crema que le
lleva a tender la mano y agarrar con fuerza para que nadie se caiga, una crema
que suaviza las dificultades; una crema que te hace rejuvenecer cada día
llenando cada momento de esperanza; una crema que cura las cicatrices y las
heridas.
Hoy
el reto del amor es echarte crema en las manos. ¿Qué tipo de crema quieres? Hoy
haz un gesto con esa persona que está esperando tu mano impregnada de crema en
esa situación complicada. Si quieres una recomendación, la crema que utiliza el
Señor se llama AMOR, una crema al alcance de todos y sin fecha de caducidad.
¿La probamos?
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma