Los cristianos son hombres y
mujeres que van “contracorriente”
“Los
mártires no viven para sí, no combaten para afirmar sus propias ideas, sino que
aceptan morir solo por la fidelidad
al Evangelio. Por eso, no se puede utilizar la palabra mártir para
referirse a los que cometen atentados suicidas, porque en su conducta no se
halla esa manifestación de amor a Dios y al prójimo que es propia del testigo
de Cristo”.
En su Audiencia General del cuarto miércoles de
junio el Papa
Francisco reflexionó sobre la esperanza cristiana como fuerza de los
mártires. Y lo hizo a partir de un pasaje del Evangelio
de San Mateo en que Jesús dice a sus discípulos que los envía
“como a ovejas en medio de lobos”, por lo que deben ser “astutos como
serpientes y sencillos como palomas”. De ahí que les haya pedido que “se cuiden
de los hombres”, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las
sinagogas. A la vez que les anuncia que “serán odiados por todos a causa de su Nombre”, si bien quien habrá
perseverado hasta el final será salvado.
Hablando
en italiano, el Obispo de Roma afirmó que cuando el Señor envía a los suyos en misión, no los
ilusiona diciéndoles que tendrán un éxito fácil sino al contrario, les advierte
claramente que el anuncio del Reino
de Dios siempre
comporta una oposición. De manera que los cristianos aman, sí – dijo Francisco – pero no siempre son amados.
Y
explicó que los cristianos son hombres y mujeres que van “contracorriente”. En
efecto es así en este mundo marcado por el pecado que se manifiesta en las
diversas formas de egoísmo y de injusticia y en el que quien sigue a Cristo camina en dirección contraria. “No por
espíritu polémico – añadió el Papa – sino por fidelidad a la lógica del Reino de Dios, que es
una lógica de esperanza y que se traduce en un estilo de vida
basado en las indicaciones
de Jesús.
La primera indicación – prosiguió el Pontífice – es
la pobreza. Porque, en efecto, un cristiano que no sea humilde y
pobre, desapegado de las riquezas y del poder y, sobre todo, desapegado de sí
mismo no se asemeja a Jesús. El cristiano – dijo el Papa – recorre su camino en este
mundo con lo esencial y con el corazón lleno de amor. Mientras la derrota
verdadera es caer en la tentación
de la venganza y de la violencia, respondiendo al mal con el mal.
Tras
recordar que la
única fuerza del cristiano es el Evangelio, Francisco afirmó que la persecución no
es una contradicción al Evangelio,
sino que forma parte de este camino que recorrió nuestro Maestro. De modo que los
cristianos no deben estar del lado de los persecutores, sino de los
perseguidos; no de los arrogantes, sino de los dóciles; no de los “vendedores
de humo”, sino sometidos a la verdad; no de los impostores, sino de los
honestos”.
El Sucesor
de Pedro concluyó
su reflexión afirmando que esta fidelidad
al estilo de Jesús –
estilo de esperanza – hasta la muerte, es la que ya los primeros
cristianos llaman con el nombre hermoso de “martirio”, que significa
“testimonio”. Y recordó que los mártires no viven para sí mismos ni combaten
para afirmar sus propias ideas, y si aceptan que deben morir lo hacen sólo por fidelidad al Evangelio.
María
Fernanda Bernasconi
Radio
Vaticano