Jaime Carlos
Moreno afirma que sus padres siempre le animaron a perdonar, a rezar por sus
perseguidores y no remover el pasado
Jaime Carlos Moreno, nieto del mártir (a la izquierda)
junto a Josefina
Salvo y el cardenal Osoro.
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Un
total de 60 mártires de la familia Vicenciana (San Vicente de Paúl) serán
beatificados el próximo 11 de noviembre en el palacio de Vistalegre de Madrid,
presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los
Santos, cardenal Ángelo Amato.
En un encuentro con periodistas, el cardenal
Carlos Osoro exaltó el martirio de estos religiosos y laicos que “dieron su
vida por Cristo y sus armas fueron el amor y el perdón”.
A
propósito de esta celebración y fiesta para la Iglesia Católica, que reconoce a
estas 60 personas como mártires de Cristo por ser asesinados por odio a la fe,
el arzobispo de Madrid exhortó a todos a educar en el perdón y no en el odio. “Remover
las cosas que crean odio y no es bueno”. Incluso el cardenal se refirió
también a algunos “miembros de la Iglesia”, que en ocasiones “buscan
remover la porquería”.
Osoro
resaltó asimismo que estos mártires murieron perdonando, algo vital en
nuestra sociedad porque “parece que el perdón lo hemos aparcado de nuestras
vidas”, dijo. En este sentido, puso como ejemplo a Jaime Carlos Moreno, nieto
del seglar congregante de la Milagrosa, José Garvi Calvente, fusilado a
los 55 años de edad: “A Jaime le hicieron vivir en el perdón y en la
reconciliación”.
“Rezar por los
perseguidores”
En
el encuentro con los periodistas, Jaime Carlos Moreno relató cómo su familia
vivió el martirio de su abuelo: “Fueron también a por mi abuela y a por mi
madre embarazada, porque era Hija de María, pero providencialmente se salvaron.
Mis padres no nos hablaron mucho de este suceso para no educarnos en el
rencor”.
El
nieto del mártir José Garvi manifestó que sus padres les educaron a él y a sus
dos hermanos en el perdón, les animaron a rezar por sus perseguidores y a no
remover el pasado. “No sé en qué tumba está mi abuelo. Murió en Aravaca
(Madrid) y le enterraron en una fosa común”.
Posteriormente, confesó
a Religión Confidencial: “A mi abuelo le fusilaron solo por ser caballero de la
Medalla Milagrosa de los Paúles. Su nombre figura en todos los registros y
encontraron la lista de todos los caballeros. No hemos encontrado su
cuerpo. Esto es media Memoria Histórica”.
Sin
embargo, aunque reconoce que la Memoria Histórica es para todos y que no puede
reducirse solo a la mitad de un bando, subraya a RC que a sus padres
nunca les hubiera gustado remover el pasado.
Jaime
Moreno, historiador de profesión, ha escrito un libro junto con Josefina Salvo,
Hermana de la Caridad titulado “Mártires de la Familia Vicenciana. España
1937-1937” en el que relatan una breve biografía de cada uno de los
60 mártires.
De
éstos, 40 son misioneros Paúles (24 sacerdotes y 16 Hermanos coadjutores), 2
Hijas de la Caridad, 5 sacerdotes diocesanos y 13 seglares congregantes de la
Medalla Milagrosa.
Mover la conciencia de
los católicos
Por
su parte, Josefina Salvo, Hermana de la Caridad de San Vicente de Paúl y
vicepostuladora de la causa, leyó una carta de Sor Justa Domínguez de
Vidaurreta, provincial de las Hijas de la Caridad, escrita en mayo de 1935 a
propósito de los martirios.
Sor
Josefina manifestó que el tono de la carta de la madre provincial era ensalzar
a las dos Hijas de la Caridad que murieron mártires, perdonando y amando.
Además, resaltó que lo que quedaba de manifiesto durante el martirio y las
torturas, es que todos los mártires fueron felices y sintieron gozo
mientras eran golpeados. “Todos les comunicaban a sus familias que no
estuvieran tristes, que se iban al cielo”, declara.
Esta
doctora en derecho y licenciada en derecho canónico, de 84 años, -“en Roma nos
han dado mucha cancha a las mujeres para que nos formemos en todas las
disciplinas”, confiesa Sor Josefina a RC- espera que esta multitudinaria
beatificación no moleste a ciertos sectores.
“La
intención es mover la conciencia de los católicos y hacer un llamamiento al
perdón y a la reconciliación”, afirma Sor Josefina a este Confidencial.
Gracias a Martínez
Camino
En
el encuentro con periodistas, también estuvo presente el padre Jesús María
González, visitador de la Provincia de la familia Vicenciana, quien dio las
gracias al apoyo recibido en el arzobispado de Madrid, en concreto al obispo
auxiliar, Juan Antonio Martínez Camino. También le acompañó el padre Juna José
González, párroco de La Milagrosa.
Se
da la circunstancia de que este año, la congregación celebra un Año
Jubilar por el 400 aniversario de la fundación de este carisma misionero.
Toda la información de esta beatificación se puede encontrar en su página Web.
Fuente:
ReligiónConfidencial