El Señor de lo cotidiano
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Últimamente
estamos saliendo muchos ratos a la huerta. Salimos a cuidarla, a cultivarla
y... ¡a disfrutarla!
Todas
hemos comentado que cómo entendemos que el Señor utilizara en sus parábolas la
semilla de mostaza, las higueras, las ovejas... De hecho, surgen un montón de
retos tras un día de huerta, porque sale tan espontáneo ver al Señor detrás de
cada cosa...
Muchas
veces se ha explicado que las parábolas eran como cuentecillos que contaba
Jesús para explicar el mensaje de manera fácil y sencilla a sus seguidores. Y,
sin embargo, hace no mucho escuché a un gran predicador rebatir esta teoría,
explicando que, en realidad, Jesús, en las parábolas, nos quería mostrar cómo
es el Amor de Dios y cómo detrás de cada cosa que hacemos podemos encontrar su
Presencia y su Amor. Jesús hablaba de lo que conocía, de lo que había
trabajado, observado y en lo que había visto la huella de su Padre.
Y
es cierto: detrás de todo lo que hacemos, de cada tarea, de cada persona, hay
un mensaje del Señor para nosotros, un mensaje de Amor, y la tarea de la vida
es aprender a descubrirle a Él y su Palabra detrás de cada momento de nuestro
día.
Hoy
el reto del amor es hacer un reto con aquello que tienes entre manos. Hoy tu
reto está en pedirle unos ojos nuevos al Señor para que te regale descubrirle
vivo y real junto a ti en las tareas de la casa, en el trabajo... Ponlo por
escrito y compártelo con algún amigo. Deja que el Señor te sorprenda
mostrándote su Amor donde jamás pensaste encontrártelo.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma