"Las iglesias y las ermitas son el lugar donde los fieles alabamos y damos gloria a Dios»
«Un
servidor que se ha hartado de ver lo que no toca en muchas de nuestras
iglesias». Así finaliza Mons. Novell la carta del pasado domingo,
donde aborda la necesidad de establecer criterios para el uso de los templos
católicos en actividades no litúrgicas.
Por un lado, recoge la posibilidad
de ofrecer conciertos de música sacra. Pero por otra, habla de una
progresiva incorporación de «composiciones profanas y, más puntualmente,
representaciones, fiestas, charlas y hasta actos sectarios».
Según
el obispo, los criterios que ha firmado son fruto de «la prudencia
pastoral». A lo largo del texto destaca el carácter excepcional de las
actividades que no son estrictamente destinadas rendir culto a Dios, por lo
cual considera que conviene restringirlas. «Hoy, a diferencia de la época en
que comenzó este fenómeno, hay teatros y locales sociales en todos los pueblos»
apunta en la glosa.
En
el documento también pide «hacer la pedagogía necesaria para con los promotores
de los actos extralitúrgicos no adecuados para que comprendan que, a pesar de
la costumbre creada, deben buscar otros espacios más adecuados».
Prohibidos
los actos religiosos interreligiosos y no cristianos
El
documento anuncia de forma concisa en los puntos 2 y 3 la prohibición de «el
uso de las iglesias y capillas para actos religiosos no cristianos» y para
«actos interreligiosos». En la presentación inicial del texto dice que
«las últimas migraciones han llevado, en nuestras villas y ciudades, personas
de otras confesiones cristianas y de otras religiones». Y, aunque defiende
«la cesión puntual o temporal de iglesias o capillas a las comunidades
ortodoxas o de otras confesiones cristianas orientales», lamenta «alguna cesión
para actos sectarios o de carácter religioso no cristiano».
Los templos no pueden
ser considerados como lugares «públicos»
Mons.
Novell también establece unos «prerrequisitos» para «actos que no sean
organizados y promovidos por la misma parroquia». Entre ellos se encuentra
la necesidad desde presentar una solicitud por escrito, explicar los motivos
por los que se pretende cobrar entrada en caso de que no sea un acto gratuito,
y la necesidad de retirar la hostia consagrada del sagrario durante la
actividad.
El
obispo de Solsona habla del ritual de la dedicación de una iglesia y menciona
la regulación del uso de los templos de acuerdo con el derecho canónico. «De
la normativa vigente se deduce que los templos no pueden ser considerados como
lugares 'públicos' disponibles para cualquier tipo de actividad».
También
dedica uno de los puntos a hablar de los templos que mantienen culto de forma
habitual y que son propiedad de entidades civiles o que han sido cedidos
establemente. En caso de proponer «actos abiertamente contrarios 'a la
santidad del lugar» pide, entre otras cosas, revocar la cesión del templo o
cesar el culto.
Mons.
Novell cierra el documento con un llamamiento a hacer pedagogía religiosa:
«Animo a ayudar a todos aquellos que por ignorancia desconocen que las iglesias
y las ermitas son el lugar donde los fieles alabamos y damos gloria a Dios».
Fuente:
CR/InfoCatólica