Jamás
olvidar que nuestra fe es concreta y que rechaza los compromisos y las
idealizaciones
Lo
afirmó el Santo Padre en su homilía de la Misa matutina celebrada en
la capilla de la Casa de Santa Marta, en la que participaron también los
Cardenales consejeros del C9 que a partir de hoy y hasta el próximo 26 de abril
se reúnen con el Pontífice. El Papa Bergogliopuso de manifiesto la
libertad que nos da el Espíritu Santo que hace que el anuncio del Evangelio se
produzca sin compromisos ni rigideces.
El
encuentro de Nicodemo con Jesús y el testimonio de Pedro y Juan, después de la
curación del tullido, estuvieron en el centro de la reflexión de Francisco.
El Papa dijo que Jesús explica a Nicodemo con amor y paciencia que es
necesario “nacer de lo alto”, “nacer del Espíritu” y, por tanto, pasar “de una
mentalidad a otra”. Mientras para comprender mejor esto agregó que es posible
detenerse ante lo que narra la Primera Lectura, tomada de los Hechos de los
Apóstoles: Pedo y Juan han curado al tullido y los Doctores de la Ley no saben
cómo hacer para “esconder” lo ocurrido. Y en el interrogatorio, “ellos
responden con sencillez” y cuando los intiman a que no hable más de esto Pedro
responde: “¡No! No podemos callar lo que hemos visto y oído. Y… seguiremos
así”.
El Verbo se ha hecho
carne, la nuestra es una fe concreta
El
Papa aludió a lo concreto de un hecho, a lo concreto de la fe con respecto a
los Doctores de la Ley que “quieren entrar en las negociaciones para llegar a
compromisos”: Pedro y Juan “tienen coraje, tienen la franqueza del Espíritu”,
lo que “significa hablar abiertamente, y con coraje, de la verdad, sin
compromisos”. Y añadió que éste es “el punto”: “Lo concreto de la fe”:
“A
veces olvidamos que nuestra fe es concreta: el Verbo se ha hecho carne, no se
ha hecho idea: se ha hecho carne. Y cuando rezamos el Credo, decimos todas
cosas concretas: ‘Creo en Dios Padre, que ha hecho el cielo y la tierra, creo
en Jesucristo que ha nacido, que ha muerto…’, son todas cosas concretas.
Nuestro Credo no dice: ‘Yo creo que debo hacer esto, que debo hacer esto, que
debo hacer esto o que las cosas son así por esto…’: ¡No! Son cosas concretas.
Lo concreto de la fe que lleva a la franqueza, al testimonio hasta el martirio,
que está contra los compromisos o la idealización de la fe”.
A veces también la Iglesia
ha caído en una “teología del se puede y no se puede”
Para
estos Doctores de la Ley – prosiguió diciendo el Papa – el Verbo “no
se ha hecho carne: se ha hecho ley: y se debe hacer esto hasta acá y no más
allá”, “se debe hacer esto” y ninguna otra cosa:
“Y
así estaban enjaulados en esta mentalidad racionalista, que no ha terminado con
ellos, ¡eh! Porque en la historia de la Iglesia tantas veces, pero la misma
Iglesia ha condenado el racionalismo, el Iluminismo, después tantas otras ha
caído en una teología del ‘se puede y no se puede’, ‘hasta aquí, hasta allá’, y
ha olvidado la fuerza, la libertad del Espíritu, este renacer del Espíritu que
te da la libertad, la franqueza de la predicación, el anuncio que Jesucristo es
el Señor”.
Que el Señor nos de el
Espíritu para anunciar el Evangelio sin rigideces
“Pidamos
al Señor – fue la invocación final del Papa – hacer esta experiencia
del Espíritu que va y viene y nos lleva adelante, del Espíritu que nos da la
unción de la fe, la unción de las cosas concretas de la fe”:
“‘El
viento sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a
dónde va. Así es para quien ha nacido del Espíritu’: siente la voz, sigue el
viento, sigue la voz del Espíritu sin saber dónde terminará. Porque ha hecho
una opción por lo concreto de la fe y el renacimiento en el Espíritu. Que el
Señor nos dé a todos nosotros este Espíritu pascual, de ir por los caminos del
Espíritu sin compromisos, sin rigideces, con la libertad de anunciar a
Jesucristo como Él ha venido: en la carne”.
María
Fernanda Bernasconi
Fuente:
Radio Vaticano
