Éxtasis
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
-
No sé qué le pasa a Jubi con la Virgen... -me comentó sor Inés.
Al
parecer, nuestra perrita ha cogido la costumbre de ir a visitar la imagen de
María que tenemos en la huerta. Se sienta delante de ella y la mira fijamente,
sin pestañear, y así puede estarse más de media hora. Aunque la llames o le
muestres su juguete, no responde. Simplemente mueve el rabito, pero sin dejar
de mirar a la Virgen.
Intrigada
por tan extraño comportamiento, decidí sentarme a su lado.
-
¿Qué es lo que ves, Jubi?
Tras
unos instantes de silencio... ¡apareció! De entre las piedras que forman la
peana en la que se apoya la Virgen, salió un pequeño ratoncito a tomar el sol. Jugaba,
se tumbaba y, en cuanto Jubi movía una oreja, ¡volvía corriendo a esconderse
bajo el manto de María!
Riéndome,
no pude evitar darle gracias al Señor por habernos regalado a su Madre.
Efectivamente, como el pequeño roedor, en Ella encontramos siempre un refugio
de paz y seguridad. Bajo su amparo, incluso las personas más diferentes pueden
convivir. Ella es la Madre que siempre protege a sus hijos, llevándolos a
Jesús.
¿Y
tú? ¿Dónde buscas refugio cuando sientes que el miedo, los nervios o el mal
humor te amenazan?
¡No
te lances a descampado! Cristo mismo nos dejó a María para que nos cuidara. A
Ella puedes acudir todas las veces que necesites. Siempre te esperará para
acogerte y llevarte a su Hijo. Y, aunque tengas que esperar, permaneciendo bajo
su manto, ¡la amenaza acabará por rendirse!
Hoy
el reto del amor es mirar a María. Busca una imagen de la Virgen que te guste y
regálale unos minutos. Dale las gracias a Cristo por este regalo tan bello que
nos ha dado y pídele poder vivir hoy el día muy cerca de Ella, ¡bajo su manto!
¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma