Leyenda de color
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Este
viernes tuvimos retiro espiritual. Vino a compartirlo con nosotras un hermano
dominico de Caleruega, fray Ismael. En una de las charlas comentó:
-
Bueno, supongo que conocéis la "leyenda de la vidriera"...
Todas
le respondimos que no. Él comenzó a contárnosla y me impresionó mucho. Nos
contó que un día entraron en una catedral un matrimonio joven con su hija
pequeña. La niña observaba impresionada las vidrieras. Un sacerdote muy mayor
se acercó a ella a preguntarle que si le gustaban las "ventanas".
Ella dijo que sí. Entonces el sacerdote volvió a preguntarle que si sabía
quiénes eran los que había en las vidrieras. Al parecer, estaban representados
santos y ángeles, era muy difícil que la niña los reconociera. Sin embargo,
ella, muy segura contestó que sí que lo sabía:
-
Esos son los que dejan pasar la luz del Sol.
Me
impresionó mucho este relato. Y es que ésa es nuestra misión, la de todo
cristiano: dejar pasar la luz del Sol, la luz de Jesucristo.
En
ese momento me di cuenta de que, lo que hace que una vidriera sea bella es la
cantidad de colores que tiene. Y, efectivamente, cada uno de nosotros somos de
un color distinto. Pero eso es lo que quiere Cristo. Él no quiere que seas una
copia del que tienes al lado, ni te pide que seas una imitación exacta de un
determinado santo: Cristo quiere que seas tú, con tus circunstancias, con tu
forma de ser, ¡con tu color! Él quiere pasar a través de todo eso, llenarlo con
su Luz: que puedas reflejarlo a los demás.
El
Señor hace todo bien y nos ha escogido siendo diferentes: san Pedro era un
pescador; san Lucas, médico; san Pablo, un erudito; san Juan, un muchacho...
Seas como seas, Él te ha soñado para que seas su testigo. Él está deseando
hacer de tu vida un reflejo de su Amor, ¡con tu propio color!
Hoy
el reto del amor es dejar que Cristo pase a través de ti. Puede que seas de los
que se expresan muy bien hablando, de los que prefiere escribir... ¡o de los
que dicen todo con un detalle! Pídele a Cristo que te muestre quién está solo a
tu alrededor y hoy deja que el Señor le ame a través de ti: ten un gesto de
cariño hacia esa persona.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma