“Si tras veinte siglos
algo ha quedado claro es que el Papa no puede ser juzgado por nadie, ni
siquiera por el concilio universal”
En
dos textos recientemente publicados en su blog, el famoso teólogo español José
Antonio Fortea analiza y da respuesta a la inquietud: ¿La Iglesia, los obispos o
los laicos pueden corregir al Papa?
El
P. Fortea subraya que “la relación entre el papado y los obispos en la custodia
de la Verdad es de armonía. Como en un sistema solar en el que cada astro tiene
su órbita propia, pero todos se interrelacionan”.
“Ahora
bien, si tras veinte siglos algo ha quedado claro es que el Papa no puede
ser juzgado por nadie, ni siquiera por el concilio universal”, señala.
“La
Iglesia no puede sentenciar nada contra el sucesor de Pedro”, precisa el P.
Fortea, e indica que si bien “todo miembro de la Iglesia puede dirigirse al
Papa en privado y hacerle notar lo que desee. Pero públicamente, cuando
nos dirigimos a él, debemos recordar que es Vicario de Cristo, el dulce Cristo
en la tierra, el garante último de la ortodoxia”.
El
sacerdote español hace una comparación con el derecho constitucional de los
estados, en donde solo existe una máxima instancia que resuelve de forma
“vinculante e inapelable”.
“Este
principio del derecho acerca de que solo puede haber un Tribunal Supremo vale
para un Estado y para el Reino de Dios sobre la tierra. Dios que todo lo hace
con tanta sabiduría ¿no estableció tal principio en su Iglesia? Evidentemente,
sí: Prima Sedes a nemine iudicatur, la Primera Sede no es juzgada por nadie”,
señala.
“La
Iglesia no puede corregir al Papa, porque los fieles no pueden hablar por sí
mismos formando un coro unánime y perfecto. Porque un cuerpo habla por su
cabeza, y la cabeza es el Papa”.
El
P. Fortea subraya además que “sería falso decir que el pueblo fiel habla a
través de sus obispos, porque los obispos no representan a sus rebaños. Lo
repito: el obispo no representa a sus fieles”.
Sobre
quienes podrían decir que el concilio universal podría corregir al Santo Padre,
el P. Fortea destaca que este “no está por encima del Papa”.
“Algunos
afirman: el Papa puede ser hereje. Eso no es posible. Pero es que si lo fuera
¿quién declara hereje a un Papa? La Iglesia no, porque no tiene una voz. Unos
cuantos obispos, no. El concilio universal, no. ¿Quién por tanto? ¿Los ángeles
del cielo? ¿Una
voz que habla desde el cielo? ¿Los blogs de la blogosfera?”.
El
teólogo español recuerda que “los cardenales durante la sede
vacante se reúnen en un lugar del mundo, oran, dialogan, se escuchan, piden la
iluminación del cielo: una vez elegido el Vicario de Cristo ya no hay
marcha atrás. ¿Creemos que existe Dios o no? Hay cosas que dependen de Dios, no
de los estamentos inferiores”.
“No
hace falta repetir que creo que el Papa puede equivocarse siempre que no
hable ex cathedra” (NdR: Se dice que el Papa habla ex cathedra y es infalible
cuando, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina
concerniente a la fe o a la moral).
El
sacerdote español indica que “el Papa puede ser incluso deleznable: pero no
puede ser públicamente corregido. No puede hacerse tal cosa sin quebrantar algo
tan sacro como el Ordo Ecclesiae” (orden de la Iglesia), advierte.
Al
finalizar, el P. Fortea señala que de corregir públicamente al Papa “se juega
con fuego y después las cosas se van de las manos. Al final, por querer
defender la ortodoxia, se provoca un daño que, a la postre, es mayor”.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa