“Los
cristianos están llamados a participar con los creyentes de todas las
religiones y con todos los hombres de buena voluntad, incluso los no creyentes,
con el fin de promover el crecimiento de un mundo mejor”
En una audiencia con políticos franceses,
el Papa Francisco defendió su importancia en la construcción de una sociedad
más justa en la que prime el bien común por encima de otros intereses. “En el
ejercicio de vuestra responsabilidad, podéis contribuir a la edificación de una
sociedad más justa y más humana, de una sociedad más acogedora y fraternal”,
señaló el Santo Padre.
Los políticos franceses, todos ellos
cargos electos de la Región de Rhône-Alpes, acudieron a la audiencia celebrada
en el Palacio Apostólico acompañados por el Cardenal Philippe Barbarin,
Arzobispo de Lion, y por Obispos de la Provincia de Lion.
El motivo de su presencia en Roma era
realizar una peregrinación en el contexto del Año de la Misericordia, recién
concluido. “Habéis realizado un camino que prolonga el Jubileo de la
Misericordia”, destacó Francisco.
“En el actual contexto internacional,
marcado por las frustraciones y temores intensificados por los atentados y la
violencia ciega que han desgarrado profundamente su país, es todavía más
importante tratar de buscar y desarrollar la conciencia del bien común y del
interés general. Por eso querría, junto a los Obispos de Francia, subrayar la
necesidad de, ‘en un mundo que cambia, redescubrir el sentido de la política’”,
señaló en referencia al documento publicado recientemente por la Conferencia de
Obispos de Francia y de los diversos ataques terroristas en meses pasados.
El Obispo de Roma subrayó las virtudes y
valores de la sociedad francesa: “Innegablemente, la sociedad francesa es rica
en potencialidad, en diversidad…, valores que están llamados a convertirse en
oportunidades, siempre que los valores republicanos de libertad, igualdad y
fraternidad no sean esgrimidos sólo de forma ilusoria, si no se profundice en
ellos y que se pongan en relación con su verdadero fundamento, que es
trascendente”.
“Estamos plenamente inmersos en un debate
real sobre los valores y orientaciones comunes reconocidos por todos. En este
debate, los cristianos están llamados a participar con los creyentes de todas
las religiones y con todos los hombres de buena voluntad, incluso los no
creyentes, con el fin de promover el crecimiento de un mundo mejor”.
“En este sentido, la búsqueda del bien
común nos anima, nos lleva a escuchar con particular atención a todas las
personas en situación de precariedad, sin olvidar a los migrantes que han huido
de sus países debido a la guerra, la miseria y la violencia”, añadió.
Fuente: ACI Prensa