Se llama Paolina, es
italiana, y ha muerto de una grave enfermedad. El día de su funeral se leyó una
carta muy especial
La iglesia de
San Leopoldo Mandic en Massafra (Italia) estaba repleta de gente el
día del funeral de la pequeña Paolina. Cientos de personas, el
pasado 23 de novembre, quisieron despedir a esta niña de 10 años, muerta
tras una terrible enfermedad.
La
iglesia de San Leopoldo Mandic en Massafra (Italia) estaba
repleta de gente el día del funeral de la pequeña Paolina. Cientos de
personas, el pasado 23 de novembre, quisieron despedir a esta niña de
10 años, muerta tras una terrible enfermedad.
Ese
día Paolina recibió también un regalo grande e inesperado. Durante la homilía,
el sacerdote leyó la carta que le había enviado el Papa Francisco.
La
madre de la niña había mandado al Papa una carta y fotos de su hija con una
mirada radiante y grandes ojos azules, pidiéndole que la bendijera y rezara por
ella. El Papa Francisco quería recibirla en el Vaticano el pasado 26 de
octubre, pero Paolina no pudo acudir a la cita porque estaba tan mal que no
podía afrontar el viaje (Farodiroma, 30 de noviembre).
Así
que el Papa le envió esta carta, con una consoladora pequeña catequesis sobre
el cielo y el valor de su oración a la hora de afrontar los difíciles
últimos momentos de su enfermedad.
“Queridísima Paolina,
tus fotos están en mi escritorio, porque en tu mirada
realmente especial veo la luz de la bondad y de la inocencia. ¡Gracias por
habérmelas enviado! Lee esta carta junto a tu mamá, y el beso que ella te
de ahora será el beso del Papa. Uno mis manos a las tuyas y a las de todos
los que están rezando por ti. Así haremos una cadena larga que, estoy
seguro, llegará hasta el cielo.
Pero
recuerda que el primer eslabón de esta cadena eres tu, ¡porque tienes a Jesús
en tu corazón! ¡Recuérdalo! Por ello habla con él, háblale de ti a él, pero
también háblale del papá y la mamá que tanta necesidad tienen de ser
ayudados y consolados ante estos momentos tan difíciles que enfrentan. ¡Serás seguramente
muy buena para sugerir a Jesús qué hacer por ellos! Acuérdate, por favor,
de decirle lo que tiene que hacer por mí, mientras que yo le recordaré lo que
tiene que hacer por ti. Te abrazo fuerte fuerte y te bendigo de todo corazón,
igual que a tus padres y a tus seres queridos. Francisco”.
Fuente:
Aleteia
