El
observador vaticano lanza la alarma a la ONU, pidiendo que se interrumpa el
flujo de armas en Siria e Irak
Es un grito de alarma preocupante el que
lanza a la ONU el arzobispo Bernardito Auza, observador permanente de la Santa
Sede ante las Naciones Unidas: “Los cristianos y los miembros de otras minorías
étnicas y religiosas en Oriente Medio están al borde de la destrucción total.
Parar la violencia en nombre de Dios”.
Su llamamiento a la comunidad
internacional sobre el peligro que se está corriendo en la zona de Oriente
Medio se une al repetido por los obispos y sacerdotes de Siria e Irak. “En
Oriente Medio, en una época cuna de integración entre judaísmo, cristianismo e
islam, se asiste hoy al total desprecio del derecho humanitario internacional
que alcanza niveles alarmantes de deshumanidad”, precisó monseñor Auza, informa
la Radio Vaticana.
“Los cadáveres bajo los escombros y los
refugiados errantes son una claro testimonio de este cínico desprecio y pisoteo
a las normativas internacionales humanitarias”, aseguró. Asimismo, el observador
vaticano recordó el reciente llamamiento del papa Francisco para una
tregua inmediata en Aleppo y otras zonas de Siria, para consentir la evacuación
civil.
Nosotros continuamos discutiendo
–observó monseñor Auza– mientras que los cristianos y los miembros de
otras minorías étnicas y religiosas en Medio Oriente están al borde de la
destrucción total, con sus iglesias, monasterios, monumentos y objetos de
culto, muchos de los cuales ya han sido reducidos a polvo y escombros.
“Para detener el derramamiento de sangre
y destrucción es necesaria la colaboración de toda la comunidad internacional”,
reconoció. Es necesario –concluyó– interrumpir el flujo de armas y municiones y
promover a toda costa el diálogo, las negociaciones, la asistencia humanitaria,
solidaridad y respeto de los derechos humanos fundamentales. “No a la violencia
en nombre de Dios”, pidió el observador vaticano.
Finalmente, el prelado intervino
también sobre el conflicto Israel-Palestina. De este modo explicó que
es esencial el nacimiento de un gobierno de unidad en Cisjordania y Gaza,
actualmente administradas respectivamente por Fatah y Hamas. El objetivo
–precisó– es también el de emancipar a Palestina de las ayudas internacionales
destinadas a un población ahora totalmente dependiente de las intervenciones
humanitarias.
Fuente:
Zenit