En vísperas del viaje
papal, explicamos cómo se perdió el catolicismo en Suecia... y como renace
El
Papa Francisco llega a Suecia el lunes 31 de octubre para celebrar los 50 años de diálogo teológico entre católicos y
luteranos, coincidiendo además con los festejos por el medio
siglo transcurrido desde el inicio del Protestantismo. En Suecia, un país de 9,5 millones de
habitantes, viven unos 150.000 católicos, la mayoría
inmigrantes llegados de Polonia, Lituania o países hispanos.
La inmensa mayoría de los suecos viven de espaldas a la religión organizada y a la Iglesia de Suecia, luterana, la oficial del país, muy poco bíblica, con una obispesa lesbiana militante en Estocolmo (casada con una "presbítera") como símbolo de su "todo vale doctrinal".
La inmensa mayoría de los suecos viven de espaldas a la religión organizada y a la Iglesia de Suecia, luterana, la oficial del país, muy poco bíblica, con una obispesa lesbiana militante en Estocolmo (casada con una "presbítera") como símbolo de su "todo vale doctrinal".
Los suecos piensan que el catolicismo es algo peculiar y extranjero, y les parece curiosa la llegada del Papa
Francisco, un argentino, algo mucho más exótico de lo que era
el polaco Juan Pablo II, el último Papa en visitar el país.
Las raíces católicas de un país con historia
Sin embargo, la Iglesia católica llegó a Suecia cuando el obispo viajero y
misionero San Óscar fundó una misión en
Birka en el año 829. En 1008, el rey Olaf III Skötkonung se
hizo bautizar por el obispo benedictino inglés San Sigfrido. Fue el primer rey
sueco en mantenerse cristiano hasta su muerte, en 1022, aunque la mayoría de su
pueblo, en sus días, siguió siendo pagano.
El catolicismo sueco medieval dio a luz a santos como San Botvid (converso y misionero que murió
mártir de los paganos en el siglo XI), la reina Santa Ragenilda (del
s.XII, fundadora de iglesias), el rey
San Enrique (del siglo XII), Santa Ingrid de Skanninge (noble laica dominica del
siglo XIII), Santa Helena de Skovde
(noble del siglo XII que viajó a Jerusalén), la noble abadesa escritora Santa Catalina de Vadstena
(s.XIV) y su madre, la más famosa
del santoral sueco, Santa Brígida de Suecia, franciscana,
reformadora, peregrina a Santiago, mística, pionera de la devoción al Sagrado
Corazón, fundadora de las brigidinas y co-patrona de Europa.
¿Cómo es que un país con tanta historia perdió su identidad católica? Vamos a
intentar explicarlo con 15 fechas.
15 momentos clave de la Iglesia católica en la Suecia luterana
1517 - El monje agustino alemán Martín Lutero publica sus 95 tesis
contra las indulgencias. Marca el inicio del Protestantismo, que insiste en
dos doctrinas novedosas hasta el momento: "sola fide" (sólo la fe salva, ni las
obras ni los méritos) y "sola
scriptura" (sólo la Escritura es fuente de enseñanza y
autoridad, ni la Iglesia ni la tradición... a lo que católicos y ortodoxos
responden que esta enseñanza no aparece en la Escritura, y sí aparece que la
Iglesia es pilar y fundamento de la verdad, en 1 Timoteo 3,15). El protestantismo, dividido muy pronto en
corrientes contradictorias e incompatibles entre sí, pero
siempre antipapistas, se extiende por Europa.
1523 - El noble sueco Gustavo Vasa es coronado rey, tras haber unido a
otros nobles y haber expulsado a los daneses, que controlaban el país.
1527 - Dieta de Vasteras: el Parlamento sueco da poder a Gustavo Vasa para
confiscar los bienes de la Iglesia, de las diócesis, parroquias y órdenes
religiosas y repartirlos entre los nobles que le habían ayudado a llegar al
poder. Se repite lo que ya se ha
dado en Alemania entre los príncipes alemanes y se adelanta unos 10 años a
Enrique VIII en Inglaterra. La Reforma es una excusa de los
ricos para apoderarse de tierras y edificios de la iglesia. Se expulsa a la
mayoría de las órdenes religiosas, masculinas y femeninas. Se permite que
algunas se queden, pero se les prohíbe aceptar nuevos novicios: morirán por
envejecimiento.
1528 - El rey Gustavo Vasa empieza a nombrar obispos luteranos para los
obispados sin pastor. Sólo el obispo Brask de Linköping intentó presentar
resistencia, pero acabó exiliándose. Muchos fieles de poca formación ni se dan cuenta de que han
cambiado la doctrina: buena parte de la liturgia se mantiene,
el culto sigue usando ropajes similares, un rito parecido, se mantienen las
fiestas de santos, la devoción mariana, se sigue llamando "misa" al
culto y "sacerdotes" a los pastores. El luteranismo sueco siempre será el más parecido en sus formas
externas al catolicismo.
1542 - Revuelta campesina de Dacke: dirigida contra Vasa, llegó a controlar
gran parte del país y amenazar la capital, y los católicos la apoyaban. Pero
fue derrotada en batalla.
1593 - Dieta o Sínodo de Uppsala: 4 obispos y 300 pastores luteranos
decretan la doctrina de Sola Scriptura para Suecia, adoptan la Confesión
Luterana de Ausburgo de 1530, y decretan que el país sólo profesará la doctrina
luterana, rechazando al catolicismo y a otras variantes protestantes como la
calvinista, o la de Zwinglio. Se
rechaza la liturgia que proponía el rey Juan III de Suecia, heredero de Gustavo
Vasa, demasiado procatólico. Se proclama su apoyo por el hijo
pequeño de Gustavo Vasa, Carlos. Es el momento oficial y visible de rechazo a
la doctrina católica, más allá de la mera confiscación de bienes y expulsión de
clero. Habrá una guerra civil entre Juan III y
su hermano anticatólico Carlos, que ganará éste último en 1599:
coronado como Carlos IX, hará
ejecutar a bastantes de los últimos nobles que aún se oponían al
protestantismo.
1617 - Dieta de Örebro: el Parlamento sueco prohíbe explícitamente a todos los suecos
profesar o practicar cualquier religión que no sea la luterana oficial del
Estado. Se prohíbe la entrada de cualquier sacerdote católico. Los suecos que aún mantengan fe o prácticas
católicas serán despojados de sus bienes y expulsados del país.
Quien se convierta al catolicismo puede ser considerado traidor al rey y
ejecutado.
El rey del momento, Gustavo II Adolfo, gran promotor del protestantismo en la
Guerra de los 30 años (de 1618 a 1648), proclama en esa Dieta que la religión católica es "idolatría,
invención humana y engaño, completamente contraria a la palabra de Dios
y a las Sagradas Escrituras". Añade que "ese partido del diablo, los
jesuitas, han sido la causa de la terrible tiranía que hay en España, en
Francia y en otros países".
1624 - Ejecución del alcalde Zacarias Anthelius y del secretario de la
cancillería real, Goran Bähr, porque eran católicos que acudían a misa clandestinamente con un jesuita
extranjero al que ocultaban y por haberse convertido al
catolicismo en secreto en Alemania. Podían haber salvado la vida renunciando a
la fe católica, pero se negaron. Con todo, las ejecuciones no eran muy comunes:
era más frecuente la mera confiscación y exilio.
1655 - Gran escándalo: la Reina Cristina de Suecia, hija del agresivo
Gustavo II Adolfo (al que casi no conoció) se convierte al catolicismo, que ha conocido por
su trato con embajadores e intelectuales como el filósofo Descartes, que murió
en Suecia en 1650. No puede quedarse en Suecia y va a vivir a Roma. Su tumba
está en la cripta de los Papas del Vaticano, una mujer rodeada de Pontífices.
Ese mismo año su sucesor Carlos X Gustavo
insiste en decretar que el luteranismo es la religión del estado.
Los pastores tienen el deber de recorrer las casas y asegurarse del luteranismo
de las familias. Ninguna familia puede trasladarse a otro pueblo sin permiso
del pastor.
1673 a 1714: los historiadores tienen documentados 96 casos de suecos
conversos al catolicismo entre estos años, en un país de 1 millón de
habitantes. Debía haber más casos y señala
una iglesia clandestina bastante viva. Las embajadas española,
francesa y sobre todo la austriaca ayudan a los conversos, pues sólo allí se
permite la misa, y según la ley, sólo para los diplomáticos. Antivari, el secretario de la embajada austriaca,
organizó misas en 22 lugares distintos de Estocolmo, con
"alquileres de local" de la legación.
1781 - Edicto de Tolerancia: los extranjeros -pero no los suecos- podrán
practicar el catolicismo en el país. Roma podrá enviar un vicario
extranjero -y solo uno, el único sacerdote legal del país- para atenderlos. En
realidad, esta medida debilitó la Iglesia. Se cree que pasó de 3.000 a solo 300 católicos en medio siglo.
1833 - El siglo XIX empezó con dos reinas católicas en Suecia ligadas a
Napoleón Bonaparte: Desireé Clary, hermana de su cuñada, y antigua novia, y
Josefina Leuchtemberg, nieta de su esposa Josefina. Esta Reina Josefina
trajo en 1833 al primer obispo católico desde la Reforma, Jacob Studach,
que permaneció 40 años en el país. "Me he encontrado una iglesia en
disolución, sin templos, sin escuelas,
sin casas, sin profesores, sin catequesis, sin dinero... Solo
tenemos un grupo de niños, pobres y desharrapados", escribe. Abre en 1837 la primera iglesia católica del
país en trescientos años: Santa Eugenia, en Estocolmo, y luego
una escuela para niños, y después parroquias en Gotemburgo y en Malmö.
1858 - Cinco suecas son expulsadas del país por convertirse al catolicismo. Son
otros tiempos y distintas potencias de Europa protestan escandalizadas, por lo
que Suecia cambia la ley y en 1860 ya se
permite a los suecos hacerse católicos, pero aún así pierden el acceso a
funciones públicas y otros servicios.
Finales del siglo XIX: viven unos mil católicos en Suecia, y unas 70
familias en Estocolmo. Ya hay religiosas atendiendo ancianos y varias escuelas
católicas.
1952: una nueva ley permite que los suecos puedan ser de religión no
luterana, excepto los funcionarios públicos, que pueden ser protestantes de
distintos tipos, pero no católicos. Hay unos 16.000 católicos en el país,
conversos del mundo artístico e intelectual y los laicos se organizan en Acción
Católica.
1977: una ley permite a todos hacerse católicos, sin limitaciones en la
función pública, con una excepción: el rey no puede. En estas fechas la Iglesia católica contaba con
60.000 fieles, 26 parroquias, 115 sacerdotes, 230 religiosas...
Así, la Iglesia católica que el Papa Francisco encuentra en Suecia en 2016 el
doble de grande, y más aún, que hace 40 años, y llena de juventud, dinamismo y
también con abundancia de pastores suecos convertidos al catolicismo.
Pero para el país Francisco
es un visitante exótico de una religión con la que los ciudadanos no tienen
contacto ni apenas conocen. Francisco va a dar visibilidad, con
su mera presencia, a una propuesta y a una historia que casi todos ignoran.
(Para este artículo hemos recurrido, entre
otras fuentes, al interesante libro de José Miguel Cejas, Cálido Viento del Norte)
Fuente: ReL