A la antigua usanza
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Ayer tuvimos día de retiro y, esta vez, un hermano
sacerdote de Valladolid vino a acompañarnos y a darnos unas meditaciones.
Parece muy normal... pero lo cierto es que este encuentro ha sido realmente
curioso. Todo surgió porque este sacerdote llamó pidiendo un libro del perdón.
-¿Cuánto cuesta? -preguntó.
-Pues, siendo sacerdote... ¡un retiro!
Y así se presentó ayer el padre Alfredo, hablando de
nuestro particular "trueque a la antigua usanza": un libro por un
retiro. Él dijo que salía ganando con el cambio; ¡nosotras creemos que fue al
revés!
¡Así son las cosas del Señor! ¡Todos salimos ganando!
Dándole vueltas, he caído en la cuenta de que Cristo
es el gran amante de los trueques. Él cada día quiere arreglarse a la antigua
usanza contigo: ante tu debilidad, te ofrece su fortaleza; ante tu pereza, te
ofrece el impulso de su amor; ante tu irritabilidad, te ofrece su paz...
¡Él está deseando que le entregues lo tuyo, para darte
de lo suyo! ¿Aceptas el trueque? Con Cristo, ¡siempre salimos ganando!
Hoy el reto del amor es hacer un trueque. Te invito a
que hoy le entregues a Cristo todo lo que te pesa, ¡no importa cuántos trueques
tengas que hacer! Deja que Él llene todo tu ser y, ahora que estás repleto de
su paz, ¡que sigan los intercambios! Si hoy te encuentras una "cara
larga", acéptala... ¡y cámbiala por una sonrisa! Hoy haz sonreír a una
persona. ¡Disfruta con los cambios a la antigua usanza! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma