El
departamento de salud noruego ha reinterpretado las leyes abortivas para
beneficiar, aún más, a la cultura de la muerte
Las mujeres embarazadas de gemelos que
vivan en algún país de Europa donde el aborto sea ilegal o donde las leyes de aborto
selectivo sean muy restrictivas, podrán viajar a Noruega para abortar
libremente.
Esta es la nueva medida que ha tomado el
representante de la junta directiva de salud noruega, Torunn Janbu, quién está
promoviendo el “turismo abortivo” para todas las mujeres europeas.
El departamento de salud noruego ha
reinterpretado las leyes abortivas para beneficiar, aún más, a la cultura de la
muerte.
En este caso la medida se centra en la
reducción fetal, es decir, si la madre no quiere tener a los dos gemelos puede
abortar a uno de ellos, aunque no existan problemas de salud.
Janbu asegura al periódico Dagsavisen que
“todas las mujeres, sin importar si son noruegas o residentes en Noruega,
tienen el mismo derecho al aborto y por ello a la reducción fetal”.
Reducción fetal es el eufemismo para
describir el asesinato del nasciturus de sobra.
“Nosotros, como Junta Directiva no
tenemos nada que decir sobre la ética”, se excusa Janbu. “Nosotros solo
informamos a los servicios de salud locales cómo aplicar la ley”.
“Todas las mujeres, independientemente de
que sean noruegas o de otro país europeo van a tener en nuestros hospitales la
absoluta libertad para abortar”, asegura en un comunicado.
El departamento de salud noruego asegura
que esta medida se ha tomado después de recibir multitud de llamadas de mujeres
danesas que pedían atención en los hospitales noruegos para abortar a uno de
sus gemelos, debido a que en Dinamarca el aborto es ilegal.
Esta decisión ha sido una de las más
controvertidas en el país, a pesar de que el país está gobernado por un partido
conservador y ha sido cuestionada por multitud de médicos que aseguran que
abortar a un bebé sano que está creciendo junto a su gemelo no es ningún
“beneficio para la salud de la mujer” sino una tragedia social.
Así opina la doctora Birgitte Heiberg
Kahr especialista en cuidado fetal en el hospital St Olav’s en Oslo. “Decidir a
qué gemelo abortar es un peligro tanto para la madre como para el otro bebé.
Los gemelos comparten en el vientre de su madre mucho más de lo que pensamos”.
Debido a la inseminación artificial, se
han incrementado los embarazos dobles y triples, un hecho, según asegura el
departamento de salud noruego, difícil de afrontar para las mujeres, por ello
defienden el aborto de uno de los bebés.
“Querer un hijo no implica tener que
quedarte con dos”, sentencian.
Publicado originalmente en Actuall.
Fuente:
ACI Prensa