Tras esta organización se esconde el entramado financiero de la secta
danesa Tvind, cuyo líder es buscado por la Interpol
Hace unos días la ONG Humana
(también conocida como Fundación Pueblo para Pueblo) ha hecho públicos sus
datos actualizados en España, revelando que durante el primer semestre del año
2016 recogió 8.160 toneladas de ropa usada a través de los 5.000 contenedores
que tiene distribuidos por todo el territorio nacional, gracias a los acuerdos
de colaboración que ha firmado con cientos de ayuntamientos y empresas.
La directora general de Humana
España, Elisabeth Molnar, agradece la colaboración ciudadana, que según ella
hace posible, tal como recoge la agencia Europa Press, darle “un fin
social a la ropa usada” con lo que denomina “la economía circular” basada en la
reutilización y el reciclaje de las prendas que muchas personas ya no usan.
De Humana a
Tvind
Sin embargo, por las mismas fechas
algunos medios británicos han publicado noticias que tienen en el centro de la
polémica a la organización danesa de caridad Tvind y, más concretamente, a su
núcleo central: el Grupo de Profesores. ¿Y qué tiene que ver todo esto con
Humana? Que, precisamente, Humana es la “versión española” del grupo tan
controvertido.
En el año 2006, un artículo de
investigación publicado por El Semanal Digital resumía muy
bien la cuestión: “la secta Tvind nació en 1969 al calor del hippismo y con la
crisis de valores más creativa del siglo XX como combustible. Hoy es un imperio
multinacional que tiene su rostro en Humana”.
Su fundador fue el danés Mogens Amdi
Petersen, que fundó la Escuela de Cooperación Tvind en 1969 como un “movimiento
ateo y apolítico”, según explica Manuel Guerra en su Diccionario
enciclopédico de las sectas. La controversia ha acompañado a este grupo
desde sus comienzos, y muy pronto el líder fue acusado de “control mental”.
Aunque lo más sonado siempre ha sido lo económico y el entramado empresarial,
llegando Petersen a estar prófugo y buscado por la Interpol.
Aunque el objetivo inicial es la
formación de jóvenes para la cooperación humanitaria, con una supuesta
capacitación adecuada para enviarlos a países en vías de desarrollo (basada,
tal como revela Guerra, en el pensamiento de Mao y en la dictadura de Corea del
Norte), lo cierto es que sus finanzas siempre se han relacionado con complejos
entramados societarios (con propiedades y empresas en más de 55 países) y con
el blanqueo de dinero y la evasión fiscal.
Documentos
oficiales que la citan
Este lado oscuro de la cooperación
internacional es atestiguado por diversos organismos estatales, ya desde los
años 90. Por ejemplo, la Asamblea Nacional Francesa citaba a Humana Francia
–identificándola con “escuelas Tvind”– en el Rapport Guyard como
uno de los grupos sectarios “alternativos”, que tienen como característica
fundamental la propuesta de una organización diferente de la economía y
comercio mundiales.
En concreto, el informe señala que
Humana “tiene por doctrina la ayuda humanitaria (esencialmente dedicada a las
víctimas del hambre, de la guerra, de la enfermedad, de las catástrofes), la
ayuda en la promoción de proyectos en el tercer mundo y de estudios con miras a
contribuir a la búsqueda de las causas de la pobreza y del sufrimiento”.
Por su parte, la Cámara de
Representantes de Bélgica incluyó a Humana en su relación de grupos estudiados
por la Encuesta parlamentaria sobre “las prácticas ilegales de las sectas y el
peligro que éstas representan para la sociedad y para las personas”. Se indican
como métodos de captación los campus universitarios y las ofertas de formación,
se especifica su labor de recogida de ropa y se afirma la dependencia con
respecto a la organización danesa Tvind.
En el centro:
el Grupo de Profesores
Como ya se ha señalado, el núcleo
verdaderamente sectario del movimiento, que funciona como una Escuela de
Cooperación, es el denominado Grupo de Profesores, establecido en Dinamarca. En
los años 90 se calculaban unos 600 integrantes con vida comunitaria y dedicada
totalmente a la organización, sin vida privada ni ingresos propios ni acceso a
los medios de comunicación.
Las críticas de los ex adeptos
apuntaron desde muy pronto al autoritarismo de este Grupo de Profesores, además
de su falta de preocupación por la seguridad de sus alumnos en los viajes de
ayuda humanitaria, de forma que algunos jóvenes murieron durante los mismos.
Otra de las acusaciones frecuentes ha sido la de manipulación mental, e incluso
en ocasiones se les ha investigado por tenencia de armas.
Las últimas
noticias del extranjero
En 2015, la Fiscalía de Brasil acusó
a tres “cooperantes” europeos del delito de blanqueo de más de 12 millones de dólares
en fondos “humanitarios”. Eran miembros del Grupo de Profesores Tvind, al que
las autoridades brasileñas califican de “organización criminal transnacional”.
El investigador Michael Durham apunta, como fachada solidaria del entramado, a
las tiendas de las empresas Humana People to People, Planet Aid, Gaia, USAgain
y DAPP. En Gran Bretaña, Planet Aid UK forma parte de un
complejo imperio financiero de baja fiscalidad controlado desde México.
En este año 2016 hay novedades en lo
que se va conociendo de una organización tan opaca. Hace unos días el
medio International Business Times ha publicado un reportaje
en el que señala que lo que pretende ser una iniciativa de educación holística
“que proporciona un ambiente libre de drogas y alcohol para jóvenes y adultos”
se trata en realidad de “una secta que ha estafado millones a sus miembros”.
El redactor, Tom Porter, recuerda
que actualmente Petersen sigue siendo buscado por la Interpol –ya que
desapareció, junto con otros compañeros, en 2006 tras ser considerado “no
culpable” por la justicia danesa–, y se cree que podría estar escondido en un
complejo de lujo que la organización tiene en la costa de México hacia el
Pacífico (valorado en 26 millones de dólares y definido como una mezcla de
Disneylandia, Club Med y el Taj Mahal).
Las acusaciones más recientes son
serias: el Gobierno del Reino Unido habría dado ayudas millonarias a la secta a
través de una de sus ramas en África: DAPP Malawi. Lo ha desvelado nada menos
que la BBC, en una investigación firmada por Anna Meisel y Simon Cox. En ella
cuentan cómo entró uno de sus empleados, Patrick Goteka, en el Grupo de
Profesores, condición que le plantearon como indispensable para su ascenso,
cambiando su trabajo de Zimbabue a los EE.UU.
Según la BBC, la organización
caritativa en Malawi ha recibido en la última década ayudas millonarias
provenientes del Gobierno británico, la Unión Europea y UNICEF. Parte de esos
fondos han servido para pagar las nóminas a sus empleados, pero una proporción
considerable de este dinero ha acabado en las manos del Grupo de Profesores.
¿Cómo? Muy sencillo, tal como
muestra el ejemplo concreto de Goteka: una vez que llegó a los EE.UU., se le
“invitó” a participar en la filosofía de la “economía común” que rige en el
Grupo de Profesores, llegando a entregar al mismo la mitad de su sueldo. Según
la organización, estas aportaciones son “voluntarias”, pero Goteka explica que
los empleados no tenían otra opción. Y no es un caso aislado. La BBC ofrece el
testimonio de otro trabajador de la ONG y explica que sólo en Malawi tiene más
de 700 empleados, de los que la cuarta parte contribuiría con su salario al
Grupo de Profesores.
¿No se va a
hacer nada?
En la década de 2000 algunas
asociaciones y personas mostraron su preocupación por la implantación de Humana
en el territorio español y se quejaron ante algunas administraciones públicas
por sus convenios con esta ONG. Esta movilización, unida al trabajo de varios
medios de comunicación que alertaron sobre el tema, consiguió que algunos
ayuntamientos rescindieran los contratos.
Sin embargo, la polémica volvió a
pasar a un segundo plano y Humana ha seguido llevando a cabo su trabajo en
España y cuidando mucho su imagen corporativa, dando un aspecto de
transparencia y seriedad, además de negar siempre su vinculación con la secta
Tvind.
Hoy, cuando en las instituciones
públicas y privadas siempre habrá personas que entiendan el inglés, sería bueno
que leyeran lo publicado por los medios británicos citados antes, o
directamente el banco de información www.tvindalert.com, para replantearse su colaboración con una ONG tan oscura (de hecho, el
Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido ha suspendido los
pagos a la ONG mientras se investiga lo publicado por la BBC, y UNICEF está
revisando sus contratos con ellos). Y si nadie sabe inglés, al menos con este
artículo se podrán hacer una idea. ¿Seguirán apoyando el engaño?
Para más
información
– Brasil: la organización Tvind (ONG Humana), acusada de un “fraude criminal
trasnacional” (4/12/15).
LUIS
SANTAMARÍA
Fuente: Aleteia