La piedad verdadera “es una manifestación de la misericordia de Dios”, es
“uno de los siete dones del Espíritu Santo que el Señor ofrece a sus
discípulos”
La Audiencia
Jubilar de este sábado se desarrolló en medio de una gran tormenta de lluvia
que no evitó que miles de peregrinos abarrotasen la Plaza de San Pedro para
escuchar la catequesis
del Papa Francisco quien esta vez habló sobre la piedad y advirtió que hay
gente que ama a los animales pero luego desprecia el sufrimiento de las
personas.
“Entre los
muchos aspectos de la misericordia, hay uno que consiste en sentir la piedad
frente a todos los que tienen necesidad de amor”, explicó.
Francisco dijo
que “la piedad es un concepto presente en el mundo greco-romano, en la que se
indicaba como acto de sometimiento a los superiores: sobre todo la devoción
debida a ellos, después el respeto de los hijos hacia los padres, sobre todo
los ancianos”.
El Papa
advirtió de que “debemos estar atentos a no identificar la piedad con aquella
‘lástima’, muy difundida, que es solo una emoción superficial y ofende la
dignidad del otro”.
También pidió
diferenciarla con la “compasión” que por ejemplo sentimos “por los animales que
viven con nosotros”. “A veces, efectivamente, se encuentra este sentimiento
hacia los animales y sin embargo se permanece indiferente hacia los sufrimientos
del hombre”.
"Cuántas
veces vemos gente tan apegada a los gatos, a los perros y después no ayudan al
vecino, a la vecina que tiene necesidad... así no funciona", advirtió.
Sin embargo, la
piedad verdadera “es una manifestación de la misericordia de Dios”, es “uno de
los siete dones del Espíritu Santo que el Señor ofrece a sus discípulos”.
Francisco
recordó cómo Jesús curaba enfermos y expulsaba demonios porque “respondía con
mirada de la misericordia”. “Ellos intuían que en Él había algo extraordinario,
que les podía ayudar a salir de las condiciones de tristeza en la que se
encontraban”.
“Para Jesús,
ser piadoso equivale a compartir la tristeza de quien encuentra, pero al mismo
tiempo a obrar en primera persona para transformarla en alegría”.
“También nosotros estamos llamados –invitó
Francisco- a cultivar en nosotros actitudes de piedad ante tantas situaciones
de la vida, sacudiéndonos la
indiferencia que impide reconocer las exigencias de los hermanos que nos
circundan y liberan de la esclavitud del bienestar material”.
A continuación,
pidió “mirar el ejemplo de la Virgen María que se hace cargo de cada uno de sus
hijos y para nosotros los creyentes es icono de la piedad”.
Fuente: ACI
Prensa