Que la Cuaresma
“nos prepare el corazón para recibir el
perdón de Dios. Pero recibirlo y después hacer lo mismo con los otros:
perdonar de corazón”
El Papa Francisco dedicó su homilía de la Misa en la Casa Santa
Marta al perdón sin límites que tiene Dios hacia los hombres. “Él te quiere
perdonar, pero no podrá si tienes el corazón cerrado, y la misericordia no
puede entrar”, manifestó.
Francisco sostuvo que “perdonando abrimos nuestro corazón para que
la misericordia de Dios entre y nos perdone, a nosotros. Porque todos nosotros
tenemos que pedir perdón, todos. Perdonamos y seremos perdonados. Tenemos
misericordia con los otros, y sentiremos esa misericordia de Dios que, cuando
perdona olvida”.
El Santo Padre comentó el Evangelio de la liturgia del día en el que
presenta una pregunta de San Pedro a Jesús: “¿Cuántas veces debo perdonar a un
hermano que ha cometido alguna culpa contra mí?”.
La otra lectura trata por otro lado del Profeta Daniel y de cómo reza a
Dios cuando va a morir en un horno al ser condenado por rechazar adorar a un
ídolo de oro y mostrarse fiel al Dios verdadero.
“Cuando Dios perdona, su perdón es tan grande que es como si olvidase”,
dijo el Papa. “Todo lo contrario a lo que hacemos nosotros, las habladurías:
‘Este ha hecho esto, este ha hecho lo otro, ha hecho eso…’ y nosotros tenemos
de muchas personas la historia antigua, media, medieval y moderna ¿eh? Y no
olvidamos…”.
“¿Por qué”?, se preguntó. “Porque no
tenemos un corazón misericordioso”, respondió a sí mismo. “Haz con
nosotros según Tu clemencia”, señaló aludiendo a la primera lectura. “Es un
llamado a la misericordia de Dios, para que nos dé el perdón y la salvación y
olvide nuestros pecados”.
En el Evangelio, Jesús cuenta la parábola de los deudores y Francisco la
recordó para hablar del perdón. “En el Padrenuestro decimos: ‘Perdona nuestras
deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores’. Es una ecuación, van
juntos. Si tú no eres capaz de perdonar, ¿cómo podrá perdonarte Dios?”.
El Papa puso un ejemplo: ‘Padre, yo perdono, pero no puedo olvidar eso tan
feo que me ha hecho…’. ‘Pide al Señor que te ayude a olvidar’ porque “esto es
otra cosa”. “Se puede perdonar, pero olvidar no siempre se logra. Pero
‘perdonar’ y ‘me la pagarás’: ¡eso no!, perdonar como perdona Dios: perdonar al
máximo”.
El Pontífice pidió que la Cuaresma
“nos prepare el corazón para recibir el perdón de Dios. Pero recibirlo y
después hacer lo mismo con los otros: perdonar de corazón”.
“Quizá no me
salude nunca, pero en mi corazón yo te he perdonado. Y así nos acercamos a esto
que es tan grande, de Dios, que es la misericordia”.
Fuente: ACI
Prensa