En este tiempo de Cuaresma
la Iglesia
nos invita a conocer todavía más al
Señor Jesús, y a vivir de manera coherente la fe con un estilo de vida
que exprese la misericordia del Padre
El Papa
Francisco celebró este sábado por la mañana desde la Plaza de San Pedro la segunda Audiencia
Jubilar del Año Santo de la Misericordia. Un sábado al mes tiene lugar esta
Audiencia especial, que es una de las actividades principales del Jubileo que
se celebrará hasta el próximo 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey
del Universo. Ha sido el primer acto público que ha tenido el Pontífice desde
que regresó este jueves de su visita apostólica a México.
Una vez más el
Papa habló de la misericordia y de la importancia del Jubileo y pidió que cada
cristiano tenga el compromiso de vida
de ser “testimonio de nuestra fe en Cristo”. A su vez, subrayó que el
compromiso más grande de Dios hacia el hombre es haber donado a Jesús, su Hijo
y reflexionó sobre la palabra “compromiso”.
“Debemos llevar
siempre esa caricia de Dios –porque Dios nos ha acariciado con su
misericordia–, llevarla a los otros, a aquellos que tienen necesidad, a
aquellos que tienen un sufrimiento en el corazón o están tristes: acercarnos
con esas caricia de Dios, que es la misma que Él nos ha dado a nosotros”, pidió
a los fieles.
“En este tiempo
de Cuaresma
la Iglesia
nos invita a conocer todavía más al Señor Jesús, y a vivir de manera
coherente la fe con un estilo de vida que exprese la misericordia del Padre”,
comenzó diciendo.
Francisco
explicó que un compromiso es “una tarea hacia alguien” y “significa también el
estilo, la actitud de fidelidad y de dedicación, de atención particular con
aquellos que llevan adelante esta tarea”.
El Papa subrayó
que cada día “nos es pedido poner nuestro compromiso en las cosas que hacemos:
en la oración, en el trabajo, en el estudio, pero también en el deporte, en las
actividades libres…”.
En definitiva,
es “poner nuestra buena voluntad y nuestras fuerzas para mejorar la
vida”.
El Santo Padre
destacó además que Dios también está ocupado con cada persona. “Su primera
ocupación fue crear el mundo, y no obstante nuestros atentados para
arruinarlo, que son muchos, él se ocupa en mantenerlo vivo”.
Pero su
compromiso más grande “fue donarnos a Jesús”. “Jesús es realmente el
compromiso extremo que Dios ha asumido hacia nosotros” y “junto a Jesús el
Padre nos donará cada cosa que necesitemos”.
“En Jesús Dio
se ha empeñado de manera completa para restituir la esperanza a los
pobres, a cuantos estaban privados de dignidad, a los extranjeros, a los
enfermos, a los prisioneros y a los pecadores que acogía con bondad”.
Francisco quiso
resaltar que “Jesús acogía con bondad a los pecadores. Si pensamos en
modo humano, el pecador sería un enemigo de Jesús, un enemigo de Dios y él se
acercaba a ellos con bondad y les amaba y cambiaba el corazón”.
“Todos los
pecadores, todos tenemos ante Dios alguna culpa, pero Él se acerca para darnos
el consuelo, la misericordia, el perdón, y éste el empeño de Dios y para
eso ha mandado a Jesús”.
Entonces, “también
nosotros podemos y debemos corresponder a su amor con nuestro compromiso”,
pidió el Papa. “Y esto sobre todo en las situaciones de mayor necesidad, donde
hay más sed de esperanza”, agregó.
Al concluir, el
Pontífice deseó que el Jubileo “pueda ayudar a nuestra mente y nuestro corazón
a tocar con la mano el compromiso de Dios por cada uno de nosotros, y gracias a
esto transformar nuestra vida en un compromiso de misericordia para todos”.
Al saludar a
los fieles de lengua italiana, el Papa recordó que el próximo lunes se celebra
la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, “día de especial comunión de los
creyentes con el Sucesor de San Pedro y con la Santa Sede”.
“Tal fecha, en
este Año Santo, será también jornada jubilar para la Curia Romana, que obra
cada día a servicio del pueblo cristiano”.
El Papa exhortó
a los fieles a “perseverar en la oración en la oración a favor de mi Ministerio
universal”.
Fuente: ACI
Prensa