Al
finalizar su encuentro con la Curia Romana, el Santo Padre ha recitado esta
oración
El papa Francisco pidió ayer mañana, en su
discurso a la Curia Romana, que la misericordia sea la que guíe nuestros
pasos, la que inspire nuestras reformas, la que ilumine nuestras decisiones.
Que sea el soporte maestro de nuestro trabajo. Que sea la que nos enseñe cuándo
hemos de ir adelante y cuándo debemos dar un paso atrás. Que sea la que nos
haga ver la pequeñez de nuestros actos en el gran plan de salvación de Dios y
en la majestuosidad y el misterio de su obra.
Y para ayudar a entender esto, ha propuesto una bella
oración, "comúnmente atribuida al beato Óscar Arnulfo Romero, pero que fue
pronunciada por primera vez por el Cardenal John Dearden".
De vez en cuando, dar un paso atrás nos ayuda
a tomar una perspectiva mejor.
a tomar una perspectiva mejor.
El Reino no sólo está más allá de nuestros
esfuerzos,
sino incluso más allá de nuestra visión.
sino incluso más allá de nuestra visión.
Durante nuestra vida, sólo realizamos una minúscula
parte
de esa magnífica empresa que es la obra de Dios.
de esa magnífica empresa que es la obra de Dios.
Nada de lo que hacemos está acabado,
lo que significa que el Reino está siempre ante nosotros.
lo que significa que el Reino está siempre ante nosotros.
Ninguna declaración dice todo lo que podría
decirse.
Ninguna oración puede expresar plenamente nuestra fe.
Ninguna oración puede expresar plenamente nuestra fe.
Ninguna confesión trae la perfección, ninguna
visita pastoral trae la integridad.
Ningún programa realiza la misión de la Iglesia.
Ningún programa realiza la misión de la Iglesia.
En ningún esquema de metas y objetivos se incluye
todo.
Esto es lo que intentamos hacer:
plantamos semillas que un día crecerán;
regamos semillas ya plantadas,
sabiendo que son promesa de futuro.
Esto es lo que intentamos hacer:
plantamos semillas que un día crecerán;
regamos semillas ya plantadas,
sabiendo que son promesa de futuro.
Sentamos bases que necesitarán un mayor desarrollo.
Los efectos de la levadura que proporcionamos
van más allá de nuestras posibilidades.
Los efectos de la levadura que proporcionamos
van más allá de nuestras posibilidades.
No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de
ello, sentimos una cierta liberación.
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien.
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien.
Puede que sea incompleto, pero es un principio,
un paso en el camino,
una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto.
un paso en el camino,
una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto.
Es posible que no veamos nunca los resultados
finales,
pero esa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil.
pero esa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil.
Somos albañiles, no jefes de
obra, ministros, no el Mesías.
Somos
profetas de un futuro que no es nuestro.
Fuente: Zenit