Papa Francisco recibió en regalo dos
asnos y una carga de leche para los niños del hospital Niño Jesús de Roma
El Papa Francisco ha recibido un obsequio muy curioso durante la audiencia del
miércoles 03 de diciembre: dos asnos y una carga consistente de leche de asna
para los niños del hospital Bambin Gesu (Niño Jesús) de Roma. Thea y Noé son los
nombres de los dos asnos que adornan el panorama navideño en el
Vaticano.
Pierluigi Christophe Orunesu, fundador de la empresa
Eurolactis de la región italiana de Lombardia ha hecho el insólito regalo al
Papa que ha escogido como nombre Francisco, como el Santo de Asís, protector de
los animales.
La carga de leche, no será incluida en los regalos que el
Papa rifará
para conseguir fondos para los pobres, sino que será entregada al hospital
de la Santa Sede especializado en la atención a la infancia en Roma y conocido
por sus servicios pediátricos a nivel internacional.
Al parecer, la
leche de asna tendría propiedades nutritivas muy similares a la leche materna
por sus vitaminas y ácidos grasos. Por ende, la leche es adapta para los niños
alérgicos a la leche de vaca o tradicional.
La empresa productora ha
comunicado que participa a un programa de investigación financiado por la
Comunidad Europea para mejorar la alimentación de los niños prematuros. Un
estudio clínico llevado a cabo con la muestra de 150 niños en el reparto
prematuros “Santa Anna” del hospital italiano “Regina Margherita” de Turín
demostraría sus propiedades.
Según la Organización Mundial de la Salud,
cada año nacen en el mundo 15 millones de niños prematuros (1 de cada 10) de los
cuales más de un millón mueren.
La leche de asna es un producto usado
desde tiempos remotos, ya el historiador Herodoto en el siglo V a.C escribe
sobre la leche de asna como "bebida energética". Se dice que en Europa, después
de la Segunda Guerra Mundial, se usaba la leche de asna para alimentar a los
niños y la población ante la escasez de alimentos.
