El Pontífice, que descendió en solitario las escaleras del
avión, fue recibido en el aeropuerto por el ministro de asuntos exteriores de
Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, el embajador turco ante el Vaticano Mehmet Pacaci, el
embajador del Vaticano en Turquía Antonio Lucibello -hay que tener en cuenta que
el Estado turco no reconoce a la Iglesia Católica local como interlocutor civil-
y la conocida actriz turca Serra Yilmaz, que actúa a menudo como embajadora
cultural del país.
El Papa saludó a todo el comité y se dirigió
posteriormente a las instalaciones del aeropuerto donde degustó una taza
de té turco con el ministro de exteriores turco y y los embajadores.
Posteriormente el Papa se dirigió al mausoleo que
alberga en Ankara la tumba de Mustafá Kemal Atatürk, a donde llegó a las
13:30 hora local. Depositó una corona de flores con su nombre sobre el
lugar donde descansa el fundador de la moderna Turquía laicista, que
sustituyó desde 1923 al sultanato del Imperio Otomano. Francisco
permaneció unos minutos en silencio ante la tumba de Atatürk antes de abandonar
la estancia.
En el libro de visitas del mausoleo plasmó un mensaje en
italiano en el que definió a Turquía no sólo como un “puente natural” entre
Europa y Asia, sino también como un “punto de encuentro donde se juntan
hombres y mujeres de buena voluntad y de todas las culturas, etnias y
religiones”.
En uno de los gestos inusuales a los que acostumbra
el nuevo Papa, Francisco quiso visitar a continuación el museo de Atatürk
ubicado en el complejo, acompañado por el ministro turco de
exteriores.
El Papa llegó en un coche escoltado por la
guardia presidencial a caballo, convirtiéndose en el primer dignatario
extranjero en visitar el nuevo complejo, algo que los críticos del edificio le
habían pedido que no hiciera.
Después de un diálogo en privado, Francisco y el
presidente Erdogan comparecieron en una rueda de prensa conjunta, en la
que Erdogan aprovechó para lanzar mensajes de política internacional al
mundo aprovechando el interés internacional que comporta toda visita
papal.
Por ejemplo, Erdogan aprovechó para criticar a
Israel asegurando que “se aplica terrorismo de Estado a Gaza sin que se
difunda el hecho” y para criticar a los kurdos del PKK
asegurando que el terrorismo del PKK se ha cobrado 50.000 vidas en
Turquía en los últimos 30 años y no recibe la atención debida globalmente, según
reseña la agencia turca Anatolia.
(Sin embargo, la prensa turca recoge
estos días cómo las fuerzas militares turcas han entrenado ya a más de 200
peshmergas kurdos para que protejan el norte de Irak contra los yihadistas de
ISIL).
Con el Papa a su lado –que obviamente no tiene ninguna fluidez en
lengua turca- Erdogan aprovechó para decir que él y el Papa tienen una
visión común sobre casi cada tema que han tratado, incluyendo el
combate contra el terrorismo.
Es una cantidad importante, pero que
no impacta tanto en este gran país como en Jordania o Líbano, países mucho más
pequeños saturados por una cantidad aún mayor de refugiados.
Con todo, el
gran tema de Erdogan fue la crítica a la "islamofobia" y el "racismo" en
Occidente.
"Vemos con pena que los prejuicios entre unos y
otros están creciendo en el mundo musulmán y cristiano. En Occidente se expanden
el racismo, la islamofobia y la discriminación", dijo Erdogan ante su invitado
en el palacio presidencial de la capital turca. "En los países occidentales está
creciendo la intolerancia contra los musulmanes", añadió. "Las actitudes
occidentales que equiparan al Islam con el terrorismo hacen daño a millones de
musulmanes", se quejó Erdogán, quien prosiguió: "seguimos con
tristeza la violencia en el mundo musulmán que alimenta los prejuicios
contra los musulmanes".
"La gente desesperada cae en los
brazos de las organizaciones terroristas. El Estado Islámico (EI), Al
Qaeda y Boko Haram son el resultado de políticas equivocadas y la gente
desesperada queda expuesta a sus manipulaciones", dijo.
Erdogan también
consideró que "todo el mundo sabe y habla del Estado Islámico, pero no
se ve tanto la matanza de 300.000 personas en Siria, con siete millones de
refugiados, el estado de terror que hay allí y a la persona detrás de
él. Solo se habla de quién le sustituiría si se marchara", aludió, aunque sin
mencionar su nombre, al presidente sirio, Bachar el Asad.
"La tolerancia
y la alianza son la solución. Contra la islamofobia en Occidente y la
acumulación de rabia en el mundo musulmán podemos luchar juntos. Tenemos que
trabajar juntos para dar una solución contra el racismo, la discriminación y el
discurso del odio", insistió Erdogan.
La agencia Anatolia señala que el Papa añadió:
“Turquía ha mostrado una gran generosidad y ha recibido a muchos
desplazados”. El Papa lamentó que Oriente medio ha sido durante muchos
años escenario de guerras “de hermanos que matan al hermano” y pidió “no cerrar
los ojos al sufrimiento”.
El Papa aseguró que "es lícito detener
al agresor injusto,aunque respetando siempre el derecho internacional"
pero también dijo que "no podemos confiar la resolución del problema a
la mera respuesta militar".
Fuente: ReL