«Jesús garantiza estabilidad, esperanza, paz y amor en
medio de una sociedad sin valores»
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| José María Zavala acaba de presentar su libro 'El Profeta' |
El autor de 'El
profeta' asegura que escribir la novela sobre la vida de Jesús le ha ayudado a
redescubrirlo, pero que lo más impactante para él está siendo la avalancha de
mensajes de lectores no creyentes emocionados y fascinados por la historia del
hijo de Dios que está recibiendo
La serie The
Chosen, el musical Gospel, de Antonio Banderas, el disco Lux de
Rosalía, los conciertos de Hakuna en plena efervescencia... el arte se rinde a
lo espiritual y religioso y la sociedad está acogiéndolo con los brazos
abiertos. Jose María Zavala acaba de publicar El
profeta (Penguin Ramdom House), una novela sobre la vida de Jesús
de Nazaret que desde su lanzamiento, el pasado 13 de noviembre, se ha
convertido en todo un fenómeno editorial. Sus lectores se cuentan por millones
y ya han surgido proopuestas para llevar el libro a la gran pantalla. El Debate
habla con el autor, quien busca con sus obras hacer feliz a la gente y acusa el
impresionante éxito de su novela a la necesidad actual de la sociedad de volver
a los valores cristianos.
-Es difícil,
pero para quien no conozca todavía la existencia de El profeta,
¿cómo resumiría la novela brevemente?
-El profeta es
una novela cargada de amor, paz y esperanza.
-¿Y ese fue
el objetivo que persiguió al escribirla? ¿Lanzar ese mensaje?
-La novela
cuenta un hecho histórico conocido por todos pero es mucho más que eso. Tiene
mucha profundidad. Es una novela que te hace replantearte tu vida para intentar
ser mejor persona. La he escrito para lectores creyentes y no creyentes, pero
sobre todo para estos últimos. Para acercarles a la figura de Jesús de Nazaret
como un personaje humano, cercano y que, por paradójico que resulte, pese a ser
el más importante de la historia, sigue siendo hoy un completo desconocido.
-La acogida
está siendo impresionante...
-Sí, está
siendo increíble. Es muy posible que saquen ya la quinta edición y eso es una
locura. Que ya haya salido la cuarta es un fenómeno extraordinario. Carmen
Romero, que es la directora de ficción de Penguin Random House, solo lo ha
vivido dos veces: con Juan Gómez Jurado y conmigo ahora. Y es impresionante la
avalancha de ventas. Se ha roto el stock en Amazon y en la web de la Casa del
Libro. En Hispanoamérica ya hay fechas para sacar El Profeta de
enero a abril en Miami, Perú, Colombia, Argentina, Ecuador, Chile y México. Es
brutal el interés que ha despertado la novela aquí y allí. De hecho, ha
contactado conmigo ya un productor muy importante del cine español, con
ramificaciones en otros países, porque están viendo la posibilidad de hacer una
película o una serie de televisión de El profeta.
«Jesús
garantiza estabilidad, esperanza, paz y amor en medio de una sociedad sin
valores»
-¿Cuál cree
que ha sido la clave?
-La novela es
entretenida, trepidante. Me pueden decir que está bien escrita, que atrapa.
Pero hay una razón muy sencilla: el personaje de Jesús de Nazaret es muy
grande, el más grande de la historia. Hay muchas personas que necesitan un
asidero en sus vidas porque nadie se libra de los problemas en mayor o menor
medida. Y han descubierto o están redescubriendo que Jesús de Nazaret es ese
personaje de verdad, que les garantiza estabilidad, esperanza, paz y amor. Para
mí lo más emocionante es que me estén escribiendo impresiones del libro cientos
de lectores no creyentes que, después de leer la novela, se están replanteando
sus vidas.
-Todo el
mundo conoce la figura de Jesús, ¿qué ofrece esta novela de novedoso respecto a
su historia?
-El gran reto
era precisamente contar de nuevo una historia conocida que se sabe, además,
cómo termina. Y es ahí donde creo al personaje de ficción Lucio Fedro, el
guardia pretoriano que va a espiar a Jesús de Nazaret porque es un incordio
para Roma y para los dioses. Ese Lucio Fedro simboliza al hombre de hoy, es
decir, a la persona que mira a Jesús de Nazaret con escepticismo e incluso con
animadversión y para el que Jesús de Nazaret es un personaje incómodo, molesto,
al que odia y al que guarda un rencor inmenso. Lo que hace El profeta es
acercarte la figura humana e histórica de Jesús. Logra que lo veas, que lo
visualices. El profeta se parece mucho a un guión
cinematográfico. Es decir, yo, mientras escribía la novela, he viajado de la
mano de Jesús, he conocido a los doce, he conocido a Pilato, a Caifás, a
Herodes Antipas, a Flavia, un personaje de ficción... porque he realizado una
inmersión en el siglo I durante un año de una intensidad brutal. No he tenido
una sola desconexión durante el año entero, y eso es lo que ahora estoy
contagiando a los lectores, porque ellos están llorando de la emoción.
-¿Cómo ha
sido ese proceso creativo?
- Escribía de
06:30 a 15 horas en un trastero. No necesité irme a las islas Sheychelles para
inspirarme. Y ahí no terminaba la cosa, porque por la noche yo soñaba con
Jesús. Yo he estado, y lo puedo decir literalmente, en el Gólgota, al pie de la
cruz mientras escuchaba delante del ordenador la música de la Pasión según San
Mateo de Bach. He llorado, me he reído, me he enfadado... porque he visto a
Jesús no como una foto fija, sino como un personaje que cobra vida.
-Un año
intenso de escritura, pero de documentación entiendo que más...
-He estado más
de una década documentándome, porque me fascina la figura de Jesús. Yo soy un
admirador y, además, soy católico practicante. Me ha servido mucho publicar dos
libros con Espasa Últimas Noticias de Jesús y Los Doce,
porque me ha permitido investigar mucho también a la luz de la ciencia, de la
arqueología, porque no estoy de acuerdo con quienes dicen que la fe y la
ciencia están reñidas, sino que yo creo firmemente que van de la mano juntas.
En las
redes se está hablando muchísimo de él. Jesús de Nazaret está de rabiosa
actualidad. Cuando te acercas a Jesús sin prejuicios no quedas indiferente
-¿A qué cree
que se debe este auge espiritual y católico en el mundo del arte, las letras,
la música...?
-Es un
resurgimiento. Lo material no llena, no da la felicidad, es pasajero. Lo que
realmente da la felicidad es crear un sentido trascendente de la vida, que es
lo espiritual, lo que no se puede comprar con dinero. Y en ese sentido, en una
sociedad vacía de valores, se está viendo un renacimiento hacia la
espiritualidad. Es un fenómeno tan inabarcable que es como una onda expansiva
en la que la figura central es la de Jesús de Nazaret. En las redes se está
hablando muchísimo de él. Jesús de Nazaret está de rabiosa actualidad. Cuando
te acercas a Jesús sin prejuicios no quedas indiferente. Y parece mentira pero
es verdad que una persona como Jesús esté despertando tanto interés en la
actualidad, hoy día, en 2025, cuando hace 21 siglos que fue crucificado como un
vulgar delincuente por predicar el amor.
-Y más allá
de la trama del libro ¿cuál es la idea que atraviesa toda la novela?
-La idea es que
todos tenemos una oportunidad para ser felices y que si no lo somos es porque
nos empeñamos en no serlo. Si uno abre su corazón de par en par a Jesús de
Nazaret, tu vida cambia. Y lo digo por experiencia propia porque yo estuve
muchos años alejado de Dios y mi vida dio un vuelco en cuanto descubrí a Jesús
de Nazaret, lo dejé de ver como un personaje distante y lo sentí muy cerca de
mí. Y no te quiero ni contar ahora cómo lo he sentido mientras escribía El
Profeta y cómo lo estoy sintiendo ahora a través de los lectores que,
de manera incesante, me están enviando mensajes en las redes sociales.
-¿Qué escena
le costó más escribir?
-La pasión.
Muchos lectores han llorado leyendo esas páginas porque es muy visual. Es como
si estuvieras allí, camino del Calvario y fueses testigo directo de tan
flagrante injusticia. El ver cómo Jesús entregó su vida por amor a los demás es
algo que nos hace replantearnos la vida e intentar salir de nuestra zona de
confort para darnos también a los demás porque creo que la auténtica felicidad
consiste en hacer felices a los demás en lugar de mirarse el ombligo en esta
sociedad egocéntrica.
-¿Y cuál le
emocionó más?
-La escena del
Gólgota, cuando llevan a Jesús con la cruz a cuestas y clavan la cruz ahí, lo
crucifican... Esa es la escena que a mí más dolor y emoción me ha causado.
-¿Qué
personaje histórico le ha sorprendido descubrir en esta novela?
-El profeta hace
un homenaje a las mujeres que dieron la cara por Jesús. En el Gólgota todo eran
mujeres las que estaban al pie de la cruz, excepto Juan. María de Nazaret.
María de Magdala, Salomé, María de Cleofás, Susana... Tantas mujeres que han
pasado de puntillas por los Evangelios, pero que fueron muy valientes, mientras
que los apóstoles a excepción de Juan, como digo, y de Judas Iscariote, que se
había ahorcado en el campo de la sangre, huyeron en desbandada, muertos de
miedo. Para mí eso es algo de admirar.
-Entonces,
¿qué le ha aportado a usted escribir El profeta?
-Para mí
escribir El profeta ha sido redescubrir a Jesús. Ser más
consciente de que Jesús me ama, me perdona y me abraza como al hijo pródigo o
que me busca y me coge como a la oveja descarriada. Me he sentido amado por
Jesús y abrazado por él mientras escribía, por ese personaje inefable que no se
cansa de pedirte permiso para entrar en tu vida y cambiártela y hacerte feliz.
-¿Qué
emoción le gustaría que sintiera el lector al cerrar el libro?
-La que está
sintiendo, por los mensajes que recibo. Que descubran a Jesús o lo redescubran,
sobre todo los no creyentes. Se sienten fascinados por Jesús de Nazaret y
gracias a él quieren intentar ser mejores personas poniendo en práctica los
tres pilares en los que se basa el mensaje que subyace en El profeta desde
la primera hasta la última página: el amor, la paz y la esperanza. Tres pilares
que son precisamente las asignaturas pendientes de la sociedad actual.
-Está
inmerso en la promoción del libro, pero no sé si tiene en mente ya algún otro
proyecto.
-Podría decir
que sí. Estoy ahora mismo pergeñando una nueva novela, sin prisa ninguna. El
tiempo que me lleve. Y que espero que sea una novela que ayude a muchas
personas a ser felices de verdad, que es por lo que yo escribo.
Amparo Castelló
Fuente: El Debate
