| Foto: Vatican Media. Dominio público |
Con la nariz levantada hacia la ventana del Papa,
sostienen en sus manos al Niño Jesús que han traído de casa y esperan que sea
bendecido por León XIV.
Son numerosos los niños que hoy, 21 de diciembre, se
han reunido en la Plaza de San Pedro con sus familias y catequistas para
participar en la iniciativa organizada por el Centro Oratorios Romanos desde
1969 con el Papa Pablo VI y continuada a lo largo de los años con los demás
Sucesores de Pedro.
Es la primera vez para el Papa León, quien, en esta ocasión, dirige una importante petición a los pequeños.
Queridos niños, ante el pesebre, recen a Jesús también por las intenciones del Papa. En particular, recemos juntos para que todos los niños del mundo puedan vivir en paz. ¡L La bendición
Una oración por la paz, la misma que trae el Niño Jesús al mundo. León XIV bendice las estatuillas, algunas desnudas en el pesebre, otras con túnicas blancas y doradas, «para colocarlas —afirma el Papa— en el pesebre de sus casas, escuelas y oratorios».
Y sobre los Niños Jesús y todas las expresiones de nuestra fe en el Niño Jesús, los bendiga siempre el Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Antes incluso de la bendición, el Obispo de Roma había saludado a los fieles procedentes de diversas partes de Italia y del mundo, como España y Hong Kong.
También dedicó un pensamiento a los miembros de la «Fundación Agustinos en el Mundo», con motivo de su aniversario.
Benedetta Capelli – Ciudad del Vaticano
Fuente: Vatican News