HOY, EL RETO DEL AMOR ES PROCLAMAR EL CREDO EN UN RATITO QUE TENGAS TRANQUILO

Creo

Dominicas de Lerma

Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Hace unos días me hicieron una pregunta que me llamó mucho la atención: ¿ qué es lo primero que haces por la mañana, y por la noche, qué es lo último que haces?

La verdad que me puse a reír con una risa nerviosa, porque pocas veces lo había contado, pero lo aprendí de un hermano dominico.

Por la mañana, todavía en la cama, cuando suena el despertador, lo primero que hago es recitar el Credo, sí, nuestra profesión de fe. Y por la noche, nuevamente en la cama, antes de dormir, lo último es recitar el Credo.

Empiezo y acabo el día proclamando la fe en lo que creo. Cuando este hermano dominico nos explicó esta costumbre que él tenía, me llegó al corazón y empecé a hacerlo.

Al principio lo hacía por fe, pero poco a poco se va haciendo carne de mi carne, y no puedo pasar sin ello. Hay días que, si he descansado mal, me da la fuerza para levantarme, porque me muestra por quién me levanto. En el Credo descubro a quién quiero servir durante todo el día.

¿Y sabes? El mal sale corriendo ante la proclamación de nuestra fe, porque al decir en lo que crees también renuncias a lo contrario: al mal y a todas sus obras. Quieres vivir el día desde el amor en la Trinidad, en comunión con tus hermanos.

Y siempre pienso que, en alguna parte del mundo, habrá alguien también proclamando su fe, incluso con su vida.

Porque entregar la vida por Cristo no es algo extraordinario: es cada día.

Él nos muestra muchas maneras y circunstancias.

Hoy, el reto del amor es proclamar el Credo en un ratito que tengas tranquilo.

Aquí te lo dejo escrito:

Creo en Dios, Padre todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado,