Lo oculto
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Entre muchas cosas, puse una lavadora
que tenía pendiente con trapos, mopas… La olvidé. Cuando pasé por el lavadero a
por otra cosa, una Hermana ya la había tendido. Más tarde, otra Hermana me
recordó que estaba seca, los recogí y los dejé en la sacristía, esperando el
momento de poder doblarlos y guardarlos.
Entre varias
Hermanas lo habían sacado adelante, cada una con un detalle. Yo esos días no
llegaba a todo, y me conmovió ver una mano en cada parte del proceso.
A veces
pensamos que las metas grandes, los procesos difíciles, son los que nos darán
el gozo que necesitamos. Sin embargo, ese gozo tan deseado está en lo pequeño,
en lo cotidiano, en aquello en lo que muchas veces nos hacemos invisibles.
Jesús pasó la
mayor parte de su vida de manera oculta. ¿Quiere decir escondido? No:
simplemente vivía desde el Amor, en lo de cada día.
Nos enseña
mucho en los tres años de su vida pública, pero fue en lo oculto, siendo “el
hijo del carpintero”, donde Dios se construyó y se preparó para Amar amando
cada día.
Es en lo
cotidiano donde el corazón se ensancha; en los pequeños detalles que
encontramos por el camino y que, muchas veces, quedan en el anonimato.
El beneficiado
será quien lo recibe, porque se sentirá amado y sostenido; pero sobre todo lo
serás tú, porque tu corazón experimentará el gozo de amar por el Amor.
El Amor no hace
ruido, y sin embargo construye. No necesita ser aplaudido, porque sabe que, al
dar, ya ha recibido.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
05 noviembre
2025
Fuente:
Dominicas de Lerma
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