¿Te gustaría ser un esposo que ama a su esposa así como Cristo amó a la Iglesia?
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"Tu esposa es un regalo precioso que Dios te ha dado" |
Piensa en lo
solo que estarías sin ella. Adán estuvo solo y no fue bueno para él, así que
Dios le dio una esposa. Tienes una compañera para toda la vida, ¡qué
bendición! Agradécele a Dios y reza por ella a diario.
Los esposos
tienen la responsabilidad de amar y honrar a sus esposas. ¿Te gustaría
ser un esposo que ama a su esposa así como Cristo amó a la Iglesia?
Entonces sigue estos consejos:
1. “Ama a tu
esposa así como Cristo amó a la Iglesia”. (Efesios 5:25)
El amor de
Cristo por la Iglesia es ilimitado, nada lo detiene; Él dio su vida por la
Iglesia. Bajo la autoridad de Dios, ama a tu esposa como si le dieras tu vida a
Dios.
2. “Ama a tu
esposa de la misma forma en que amas tu vida.” (Efesios 5:28-33)
Cuida las
necesidades y el bienestar de tu esposa. Siente su dolor y enfermedad, y
regocíjate en su salud como si fuera tu propia vida. Sus necesidades
espirituales, físicas, emocionales o económicas deben merecer tu esfuerzo
absoluto. Sólo de esta manera puedes amarla y proveerla, así como lo haces con
tu propia persona.
3. “Sé
considerado, comprensivo..." (I Pedro 3:7)
Para ser
considerado, debes renunciar a ti mismo. Cuando ella necesite levantar cosas
pesadas, ¡hazlo tú! Si necesita tiempo ¡dáselo! Ayuda a tu esposa con toda tu
energía, muéstrale tu amor con toda consideración. Reza y pide a Dios
la gracia para ver en qué ocasiones actúas desconsideradamente, y corrige
tu comportamiento.
4. “No seas
cruel con tu esposa.” (Colosenses 3:19)
Cuando una
esposa es sensible, las respuestas crueles, tu enojo, los tonos de voz de
irritación e impaciencia la afectarán profundamente. Actúa y dirígete
siempre a ella con amabilidad y respeto. Recuerda que tu esposa es un
regalo precioso que Dios te ha dado.
5. “Honra tu
matrimonio; mantenlo puro siendo honesto en todas las formas.” (Hebreos 13:4)
Jesús dice:
“Las miradas lujuriosas son adulterio.”(Mateo 5:28). Mantén tu matrimonio
puro entrenando a tu corazón y ojos para que sean fieles a tu
esposa. ¡Tu matrimonio cosechará grandes beneficios si lo haces! Agradécele al
Señor la belleza y apréciala, pero mantén tus ojos, alegría, mente y corazón en
tu esposa.
6 . “No te
dejes seducir por otras mujeres.” (Proverbios 5:20)
Encontrar
atractivas a otras mujeres y mirarlas, deteriorará la visión que tienes de tu
esposa. Estarás menos satisfecho con ella, y ella se sentirá menos especial
para ti. Ningún hombre puede crear el hábito de mirar a otras mujeres
sin que su mujer lo note. Cuando le pides a Dios la gracia de mirar
atractiva solamente a tu mujer, ella también lo notará y se sentirá como la
reina del mundo y tú te enamorarás más de tu mujer.
7.
"Llama a tu esposa ‘bendita’ y elógiala." (Proverbios 31:28-29)
Dile que es
especial y que es mejor que cualquier otra mujer en la tierra.
No menciones sólo su belleza física, sino cuánto la valoras como persona. Mira
cómo se goza tu esposa mientras le llenas los oídos de elogios. ¡Ella anhela
esas palabras y quiere oírlas de ti!
8. “Sé
agradecido por tu esposa y date cuenta del favor que has recibido de Dios.”
(Proverbios 18:22)
Piensa en lo
solo que estarías sin ella. Adán estuvo solo y no fue bueno para él, así que
Dios le dio una esposa. Tienes una compañera para toda la vida, ¡qué
bendición! Agradécele a Dios y reza por ella a diario.
9 .“Sé una
sola carne con tu esposa en todos los sentidos.” (Mateo 19:5)
Disfruta la
vida con ella. Apresúrate para llegar a casa con ella cuando sales del trabajo.
Piensa en ella durante el día, llámala a diario. Aprended a llegar a acuerdos
como pareja. Invertid tiempo en hablar y compartir los eventos del día. Muestra
un interés genuino, escuchando atentamente, prestando una total atención y
mirando a los ojos. Sed como si fueseis uno solo.
10. Honra a
tu esposa “como coheredera de la gracia... para que sus oraciones no encuentren
obstáculo” (1Pe 3, 7b)
En el
Sacramento del Matrimonio, tú y tu esposa recibisteis la misma gracia;
cultívala: ora con ella, asistid juntos a Misa y a visitar el Santísimo Sacramento,
rezad el Rosario; edificad vuestro Matrimonio cimentados en Jesús y de la mano
de María.
Siame
Fuente: ReligiónenLibertad