La ayuda adecuada
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día, al
ir a sentarme en mi silla del refectorio (comedor), descubrí que una de las
patas se ha desencolado… ¡y se estaba saliendo!
Viendo el
riesgo de acabar rodando por los suelos, le di unos golpecitos con la mano. No
arreglé mucho, pero algo hice…
Así he estado
los últimos días, dando palmaditas a la silla antes de cada comida, hasta que
ayer tuve una idea. Enganché la silla y le di un par de golpecitos contra el
suelo. ¡Todas las maderas volvieron a su lugar!
Lo que yo no
podía lograr ni con todas mis fuerzas, con ayuda del suelo lo conseguí en un
instante.
Del mismo modo,
podemos encontrarnos a veces con situaciones “desencoladas”, circunstancias que
nos hacen sentir el miedo a caernos, problemas que parecen que, por más que
queremos “recolocarlos a base de palmaditas”, no terminan de arreglarse…
Podemos
intentar seguir tirando… ¡o pedir ayuda! En efecto: Cristo ha puesto a nuestro
lado muchos ángeles, muchas personas que son ese suelo firme que nos da apoyo,
que multiplica nuestra fuerza, ¡que nos permite afrontar los desafíos de otra
manera!
El mismo Jesús
nos asegura su presencia… ¡cuando estamos juntos! “Donde dos o tres están
reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20).
Así pues, si
ves que tus fuerzas flaquean, o si no encuentras solución a esa dificultad, ¡no
dudes en pedir ayuda! En la mano de esa persona es el mismo Resucitado quien
quiere levantarte.
La silla
recuperará su firmeza, y el desafío encontrará solución, ¡tal vez por donde
menos esperabas! Recuerda que, “cuando Dios cierra una puerta, abre una
ventana”… ¡y nos regala incluso ángeles para señalárnosla!
Hoy el reto del
amor es ser suelo firme para alguien: escucha con cariño a quien te manifieste
una dificultad. Y, juntos, con Cristo en el centro, ¡se acaba el miedo, por muy
desencolada que esté la silla!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
26 junio 2025
Fuente: Dominicas de Lerma
