9 curiosidades y datos poco conocidos de la Semana Santa y las cofradías en toda España
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| Viernes Santo segoviano |
Para Mercedes Sanz, las
cofradías "no son un fósil del pasado" -como se hace ver en
ocasiones-, sino "un altavoz de la Iglesia en permanente conexión
entre Dios y los hombres" de plena actualidad. En ellas, la palabra
hermano "adquiere todo su sentido" y la fe, vivida en torno a las
tradiciones y culturas "se mantiene viva en torno al Amor, tan presente
en el acto de mayor generosidad de Dios a los hombres que fue Su Pasión".
Sanz es
historiadora del arte, trabaja en la catedral de Segovia desde hace 22 años,
fue pregonera de la Semana Santa en 2018 y también es autora de La Semana Santa en Segovia. Un libro que, junto con
su trayectoria, pretende "dar a conocer de forma cercana el origen de
la Semana Santa segoviana" desde hace más de 500 años.
Como una de las
figuras más autorizadas en torno a la celebración de estas fechas, ha
conversado con Religión en Libertad ofreciendo 9
curiosidades y datos poco conocidos de la Semana Santa y las cofradías en
toda España. Las imágenes procesionales más antiguas o cómo un atuendo cofrade
acompaña a hombres y mujeres desde el noviazgo hasta sus últimos días son solo
algunas de ellas.
1º El origen
cofrade, eminentemente popular
Como primer
rasgo, Sanz avanza que una de las características más peculiares de las
cofradías, "la forma medieval más común de piedad religiosa", es
su origen como respuesta a un impulso de sus fundadores, el pueblo. "Su
nacimiento no está influenciado por instancias de religiosas o de poder
político, son una creación popular de abajo a arriba", y solo
pasados los años aparecerán "limitaciones y normativas por parte de
jerarquía y de la corona", detalla la especialista.
2º La imagen
procesional más antigua de España
También desvela
que la antigüedad de las imágenes empleadas en las procesiones tienen en
ocasiones muchos más siglos que los propios pasos. Es el caso del Cristo de los Gascones, "una imagen cuyo nombre
se atribuye a la llegada a la ciudad de una compañía de alemanes y gascones que
se instalan en Segovia. Es la más antigua de las que procesionan
actualmente en España". Su origen se remonta al siglo XII, empleándose
por la cofradía del Santo Cristo del Desenclavo.
El traslado
del Cristo de los Gascones, la imagen procesional más antigua de España, en la
Semana Santa de 2015.
3º Muy
distintas a las actuales: penitentes, pero sin pasos
También destaca
que las cofradías y procesiones originarias eran muy distintas a las que se
conocen hoy en día. "En su origen, las cofradías están vinculadas
al cuidado de enfermos y pobres y dar culto público" -lo que a
día de hoy se mantiene-, pero "no surgen con un acompañamiento público de
imágenes sagradas por las calles". De hecho, consistían básicamente
"en un ejercicio de disciplina, como penitencia y remedio de los
pecados: Los hermanos de luz salían con su hábito, farol y cera, y
los de disciplina tenían la espalda descubierta y se iban flagelando".
4º La
función del capirote, hermanar a los penitentes
Sobre el
distintivo atuendo de nazarenos y cofrades, Sanz menciona que comenzó
siendo un simple paño que cubría los rostros y cuya elaboración fue
evolucionando. Mediante esta prenda, explica, "la palabra `hermano´
adquiere todo su sentido", pues "identifica a los cofrades como
pecadores, todos iguales y necesitados de la penitencia y
redención de Cristo".
Si bien
"fue introducido en Sevilla en el siglo XVI con el nombre de coraza",
Sanz explica que fue tomado de la Inquisición, cuyos penitentes
"debían llevarlo junto con el sambenito como símbolo de castigo y
penitencia pública" y que en Segovia no hay referencias del mismo hasta
1944. Como anécdota, desvela que cada viernes, el abuelo de Santa
Teresa de Jesús fue tenía que llevar el capirote por las calles de
Toledo tras su condena por judaizante.
5º Los
primeros pasos, "de papelón y telas"
Uno de los
cambios introducidos en la Semana Santa tras el concilio de Trento -que
"marcó un antes y un después"- fue la introducción de los pasos de
papelón, "donde solo estaban talladas en madera las manos y el
rostro, y el resto eran telas encoladas", por lo que muy pocas han
sido conservadas. Una de ellas es el paso de la entrada de Jesús en Jerusalén,
de Valladolid, más conocido como "la Borriquilla" y que Sanz cataloga
como "único y excepcional".
La procesión
de "La Borriquilla" del pasado Domingo de Ramos, un primitivo e
icónico paso de papelón y telas
El Concilio
de Trento, con una firme voluntad de catequizar a través del arte,
pretendió también "conmover el corazón y la voluntad de
quienes contemplaban las imágenes, surgiendo así desde la mitad del siglo XVI
en adelante pasos tan propiamente barrocos que giran en torno a la teatralidad
de los pasos de la pasión como si se tratase de un retablo vivo".
Esta misión
catequética y la voluntad de influir en los espectadores se funden en las
columnas donde se representa la flagelación del Señor. Y es que tradicionalmente,
"se representa a Cristo en una columna alta, que resalta la belleza de
Cristo y con pocas marcas de la pasión. Fue en Trento, en 1563, cuando los
padres conciliares ven que la verdadera columna donde fue
flagelado Cristo conservada en Roma era baja y de mármol y
mandaron representar la flagelación con esa columna baja", logrando un
efecto mucho más dramático.
La historiadora del arte explica que el empleo de la columna baja permite al escultor que Cristo se encorve, que tenga la espalda llagada y se pueda recrear en la herida y dolor de látigos y cadenas en la espalda. De este modo, "la escultura adquiere un realismo que antes no tenía, influyendo un cambio en los sentimientos del espectador". En la imagen, una de las flagelaciones más representativas, elaboradas por Gregorio Fernández.
7º La
Macarena, de duelo ante la muerte de un torero
Sanz traslada
sus palabras a Sevilla para hablar de la Virgen de la
Macarena, patrona de los toreros, y se refiere a ella como un ejemplo de
cómo una devoción popular puede dejar una huella imborrable tanto en la vida
como en la muerte. "Cuando nos fijamos, vemos en su pecho
engarzadas las mariquillas con forma de azucena y labradas en cristal
de roca francés. Fue un regalo del torero Joselito Gallo representando
los siete dolores de la Virgen. Por eso, cuando Gallo muere corneado en
Talavera de la Reina, esta imagen se vistió de negro, de luto",
menciona.
8º Los
cofrades lo son desde la infancia hasta la muerte
La profesora y
autora de La Semana Santa en Segovia regresa a Castilla para
mencionar una curiosa prenda procesional que acompaña a los cofrades durante
todo el ciclo de vida. "En Bercianos de Aliste (Zamora), es costumbre que las
mujeres, antes de casarse y en el primer año de noviazgo hagan una mortaja
blanca y se la regalen a su futuro novio o esposo. Es una prenda
mortuoria que también será usada en procesiones y será la mortaja usada
tras el fallecimiento de sus portadores", explica. Por ello, menciona
que de alguna manera las cofradías "también forman parte de nuestro curso
de vida".
9º Vírgenes
vestidas por y de reinas
Sanz concluye
acudiendo a las vírgenes de la soledad, "imágenes de
vestir" procesionales muy características de Castilla y Andalucía. Una
tradición que "hunde sus raíces en el artista y pintor de la corte de
Felipe II Gaspar de Becerra, a quien le encargan una de estas
soledades. "Isabel de Valois -reina consorte de Felipe
II- trajo una pintura de la Virgen de la Soledad para su devoción
privada. Los frailes de la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula
le pidieron permiso para hacer una copia en escultura de la imagen y ella no
solo lo pagó, sino que también costeó la imagen", detalla.
La imagen
original, perdida, fue vestida originalmente por María de la Cueva y
Toledo, dama de la reina, destinando a la imagen uno de sus ropajes de viuda.
Esto, concluye, "fue una novedad en la iconografía mariana y desde
entonces se comenzó a representar a las Vírgenes con este atuendo de las viudas
españolas".
José María Carrera
Fuente: ReligiónenLibertad

