Aunque la Iglesia Católica tiene en Occidente un grave problema con las vocaciones a la vida religiosa es cierto que son todavía muchos los jóvenes que se siguen entregando a Dios.
Cerca de 150 monjas viven tras las puertas del convento de las Hermanas Dominicas en Michigan. Dominio público |
En
Estados Unidos, país en los que existen algunos grandes vergeles vocacionales,
destacan las Hermanas Dominicas de María Madre
de la Eucaristía en Ann Arbor (Michigan). En este convento
viven más de 150 monjas y la edad media de las religiosas es de apenas 32 años.
Pero
si ya de por sí resulta impresionante un lugar con tantas monjas jóvenes, la
clave del éxito pasa por los retiros
que organiza tres veces al año y que logran atraer a chicas de todo el mundo
que están en búsqueda. Muchas ven confirmada su vocación religiosa e
incluso ingresan en esta orden, otras ven claro que están llamadas a una
congregación distinta y las hay que disciernen que su vocación pasa por el
matrimonio.
Dejando de lado comodidades, tecnologías y carreras
exitosas por Cristo
Cada
año, estos retiros logran unas 30 vocaciones de chicas que acaban ingresando en
un convento. Una de ellas, tal y como recoge Catholic Herald,
es Courtney, de 19 años, que tras uno de estos retiros sintió la llamada. En su
familia –asegura– “creen que
estoy desechando mi potencial para una carrera realmente exitosa”.
Sin
embargo, ella considera que formar parte de la vida religiosa es ya en sí mismo
una gran empresa, sobre todo para una mujer joven en el siglo XXI. Por ello, como dominica tendrá entre otros
el voto de pobreza dejando todas las comodidades y nuevas tecnologías de las
que disfrutaba hasta ahora en Nueva York.
"Además
de mi familia, echaré de menos poder estar en contacto con mis amigos al
instante", dice. Pero “como hermanas religiosas, estamos llamadas a vivir
en el mundo pero no de él. Esto significa que nos separamos de todos los bienes
mundanos y las cosas modernas".
Retiros, ningún teléfono y paciencia
Aun
así, no se separará de su familia por completo: “Podremos escribir cartas y
tengo una visita a casa al año, ¡pero
absolutamente ningún teléfono! Necesitamos separarnos un poco del
mundo, para que podamos concentrarnos intensamente en nuestra relación con
Dios".
Como
otras muchas jóvenes, Courtney llegó a tomar esta decisión gracias uno de estos
retiros de 24 horas organizados por estas religiosas de espiritualidad
dominica. Según la hermana Joseph Andrew, directora de vocaciones, estos retiros ayudan a fomentar
unas 30 vocaciones cada año.
“Algunas chicas tienen
que esperar porque no son lo suficientemente maduras. Otras están listas para
entrar, pero a los 17 años no tienen edad suficiente. Otras quieren
completar su educación o trabajar como profesionales por un corto período de
tiempo. Lamentablemente, algunas jóvenes han sido heridas por la vida y
necesitan un poco de terapia antes de poder comprometerse por completo. No
tiene nada que ver con la edad", explica esta religiosa.
160 mujeres de todo el mundo en cada retiro
Estos
exitosos retiros se realizan tres veces al año en una escuela asociada con las
Hermanas, y en ellos dan la bienvenida a chicas cuyas edades van desde los 16
años hasta los 30. Lo que hacen en ellos no es ninguna revolución. De hecho, la agenda es muy sencilla.
Las
chicas, aproximadamente 160 en cada retiro, vuelan desde todo el mundo. El
retiro comienza el sábado con una conferencia sobre la vida espiritual. Se las alienta a discutir y
reflexionar con conferencias, "concursos divertidos" y orientación
individual ("solo si quieren") de la hermana Joseph Andrew,
quien organizó los retiros hace 23 años.
Los
retiros "no son solo para chicas que creen que tienen una vocación
religiosa", dice. Son “para cualquier mujer joven que busque conocer la
voluntad de Dios para ella con respecto a su vida. Ya sea para el matrimonio, o para la vida de virgen consagrada o
la vida religiosa, queremos ayudarlas a encontrar sus vocaciones dadas por
Dios".
Vocación, "la alegría auténtica en un mundo
problemático"
La noche está dedicada
a la Adoración Eucarística: es aquí "donde las mujeres jóvenes comienzan a
calmarse lo suficiente como para escuchar y aceptar el tirón de Dios en sus
corazones". Por la mañana hay misa, "siempre un placer", y
oración. Y antes de irse, ¡les dan pizza de Domino's antes de irse, lo que les
encanta!"
En
este caso, la palabra que más se utiliza para definir este retiro es "alegría". "Me enamoré de las Hermanas,
con sus personalidades y la alegría pura que tienen", afirma
Courtney.
La
hermana Joseph Andrew agrega: “Ayudar
a las chicas a encontrar su lugar en el mundo es encontrar la alegría auténtica
en un mundo problemático. Quiero esa libertad interior, esa alegría,
esa terminación interior. Eso es lo que llena nuestros corazones”.
J. Lozano
Fuente: ReL