Lo esencial
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día fui
al hospital a acompañar a una hermana. Al fondo del pasillo había una máquina
de bebidas. Un señor se acercó y puso una moneda para sacar una lata de
Coca-Cola, pero la máquina se atascó. El hombre, contrariado, se enfadó un poco
con la máquina: se había quedado sin el dinero y sin la bebida. Movía la
máquina, la empujaba y nada. Al final se fue con las manos en los bolsillos.
Mientras lo
miraba, le decía al Señor que muchas veces esto nos pasa a nosotros: cuando nos
empeñamos en algo, y aunque vemos que no sale, seguimos adelante y cada vez
peor. Si no sabemos parar a tiempo, la bola se hace cada vez más grande y lo
más seguro es que nos quedemos sin nada.
Cuando en
nuestra vida se lían las cosas, por lo general, nos damos cuenta, pero no
solemos parar hasta que la circunstancia nos para.
En el
Evangelio, lo vemos con Jesús y Sus discípulos. Más de una vez van a Jesús para
preguntarle cosas. Por ejemplo, están discutiendo de quién es el mayor entre
ellos y Jesús les frena diciéndoles que el mayor es el último y el servidor de
todos.
¿Te imaginas la
cara de los apóstoles cuando Jesús les centraba en lo esencial? Muchas veces
nos perdemos en lo secundario y nos quedamos sin nada. El Señor, igual que lo
hizo con Sus discípulos, lo hace con cada uno de nosotros. Porque Él quiere que
seamos felices y, para ello, necesitamos de Él y de Su amor; desde Él podemos
amar y vivir felices.
Hoy el reto del
amor es ayudar a una persona que lo necesite y centrar tu vida en lo esencial.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
01 diciembre
2025
Fuente: Dominicas de Lerma
