Este sábado, el Papa Francisco alentó a los miembros de la Fundación Católica de Verona (Italia) a seguir “haciendo siempre el bien y para todos” y recordó que, cuando el dinero se pone al servicio de la dignidad humana, lo único que se obtiene es ganancia verdadera.
Un momento de la audiencia con la delegación de la Fundación Católicade Verona (VATICAN MEDIA Divisione Foto). Dominio público |
La Fundación Católica de Verona, cuya delegación fue recibida
este sábado en el Palacio Apostólico del Vaticano, apoya a quienes buscan
soluciones innovadoras y sostenibles para las necesidades sociales. Invierte en
organizaciones sin fines de lucro, ofreciendo aportes económicos y relaciones
de confianza para hacer el bien.
En su discurso, el Papa Francisco reconoció todas las
iniciativas de solidaridad por los más necesitados, apoyo al voluntariado y
formación cultural y profesional a las que se dedican los miembros de la
Fundación. “Alabo especialmente las dirigidas a apoyar a las familias y a los
jóvenes en colaboración con la Diócesis de Verona”, agregó.
El uso del dinero “al servicio de la dignidad humana”
El Santo Padre también destacó la importancia de usar el dinero
de manera responsable. “No olvidemos que el dinero rinde más cuando se invierte
en beneficio del prójimo”, sostuvo.
“Actualmente hay una situación muy mala con las inversiones. En
algunos países, las inversiones que generan mayores rendimientos son las
fábricas de armas: invertir para matar. ¡Están locos! Esto no es para el
beneficio de las personas. Y cuando se hace esto, en contra o al margen del
beneficio de las personas, el dinero envejece y pesa sobre el corazón,
endureciéndolo y volviéndolo sordo a la voz de los pobres”, comentó con
firmeza.
El Papa continuó, insistiendo en que la riqueza debe ponerse al
servicio de la dignidad humana. “Cuando ponemos la riqueza al servicio de la
dignidad humana, no podemos sino ganar, siempre: de hecho,
promover el bien común mejora los lazos de la sociedad en la que participamos”,
añadió.
Ante las emergencias educativas y laborales, el Papa exhortó a
renovar constantemente la confianza en la Providencia, quien “guía la historia
con amor”.
“Los bendigo de corazón y sigan haciendo un buen trabajo; háganlo porque
esto es sembrar futuro, es sembrar felicidad, es sembrar paz. Y recen por mí,
no lo olviden: pero recen por mí, no en contra. Gracias”, concluyó.
Por Diego López Marina
Fuente: ACI