El miércoles 18 de diciembre es un día especial en la Iglesia Católica, aunque probablemente relativamente pocos católicos se den cuenta de ello
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Crédito: udra11 / Shutterstock |
Este miércoles,
junto con el viernes y sábado siguientes, 20 y 21 de diciembre, es un día de
témporas, un día tradicionalmente reservado para el ayuno y la abstinencia de
carne. Estos tres próximos días de témporas son los últimos de 2024.
Pero ¿qué son
las témporas y por qué existen?
Los días de
témporas —conocidos también como ember days o días de ascuas—
están vinculados a las cuatro estaciones del año. La razón por la que la
palabra “témporas” se asocia con estos días parece ser que es una corrupción de
la frase latina “quatuor tempora”, que significa cuatro estaciones.
Cada una de las
cuatro estaciones del año contiene tres días de témporas. Los 12 días de
témporas en total durante el año son:
- El miércoles, viernes y sábado después del
Miércoles de Ceniza.
- El miércoles, viernes y sábado después de
Pentecostés.
- El miércoles, viernes y sábado después de la fiesta
de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre).
- El miércoles, viernes y sábado después de la fiesta
de Santa Lucía, que es el 13 de diciembre.
Las témporas
parecen ser una práctica cristiana muy antigua, atestiguada por primera vez
como parte de la tradición apostólica por el Papa León I, en el siglo V. El
propósito de su introducción, según la
Enciclopedia Católica, era agradecer a Dios por los regalos de la
naturaleza (de ahí su vínculo con las estaciones naturales), especialmente los
cultivos utilizados para hacer pan y vino para la Eucaristía; enseñar a las
personas a hacer uso de esos dones con moderación; y ayudar a los necesitados.
Los días de
témporas también servían como respuesta a las fiestas paganas de Roma; estos
días alentaban a los cristianos a contrarrestar los excesos y el libertinaje de
esas fiestas mediante el ayuno y la oración. Al principio, la Iglesia de Roma
celebraba ayunos en junio, septiembre y diciembre, pero no se fijaban los días
exactos. El primer registro de que se decretaron ayunos para las cuatro
estaciones aparece en los escritos del Papa Gelasio, a finales del siglo V.
Después de
Gelasio, la práctica se extendió más allá de Roma. Gelasio también inició la
práctica de permitir la concesión de ordenaciones los sábados de témporas, que
anteriormente se realizaban sólo en Pascua, según registra la Enciclopedia
Católica. Esa tradición de realizar ordenaciones los sábados de témporas
también continúa hoy en día y, además, los días de témporas han sido
tradicionalmente días de oración por las vocaciones.
La observancia
de las témporas fue prescrita posteriormente para toda la Iglesia latina por el
Papa Gregorio VII (1073-1085). Por lo tanto, las témporas fueron una parte
importante de la vida católica durante bastante tiempo.
Aunque el
derecho canónico ya no exige la observancia del ayuno y la abstinencia en los
días de témporas, estos siguen siendo importantes para los católicos de muchos
países, y no se desalienta su observancia continua por parte de los católicos
de todo el mundo. De hecho, algunos obispos de los Estados Unidos han alentado
explícitamente a sus católicos a observar los días de témporas y rezar por
intenciones específicas.
Las témporas
son una tradición fascinante y antigua de la Iglesia Católica que ha sido en
gran medida olvidada, al menos en los Estados Unidos. Aunque ciertamente no es
obligatorio, puede considerar celebrar las últimas témporas del año,
agradeciendo a Dios por la naturaleza y por los regalos que nos da a través de
ella.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA
Por Jonah McKeown
Fuente: ACI
Prensa