Con motivo del 88 aniversario del martirio de los beatos, este domingo ha tenido lugar una Eucaristía en el camposanto presidida por el obispo de Alcalá de Henares
Eucaristía celebrado este domingo en el camposanto de Paracuellos del Jarama. Foto: José Calderero. Dominio público |
José Calle, presidente de la
Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires y Caídos de Paracuellos, ha
valorado este día como un «homenaje» y ha añadido que en este aniversario
«continuamos con los mismos valores que dieron comienzo a la hermandad:
custodiar, venerar y respetar la memoria de todas las personas que reposan en
este santo lugar».
Durante la Eucaristía, el obispo ha
recalcado la importancia de no pensar cuándo será el momento de nuestra muerte
«sino si lo que hago todos los días lo hago con amor a Dios y amor al prójimo».
Además, ha recordado a todas las víctimas allí enterradas y «cómo millones de
presos de las cárceles de Madrid fueron juzgados injustamente en este paraje
solitario al pie del cerro de San Miguel».
Prieto ha relatado cómo los nombres
de estas personas «eran leídos a gritos bajo la luz de las linternas para
después, maniatados, introducirlos en camiones o autobuses y darles muerte en
este lugar en que nos encontramos». También ha explicado cómo «en nuestra vida
personal, como en la historia del mundo, habrá momentos de gran angustia y que,
como anuncia Jesús, no siempre el sol alumbrará pero la victoria es de Cristo,
que se muestra con gran poder y majestad. Por eso hemos de ver el futuro con
esperanza».
Y precisamente a esto es a lo que
nos llama el Papa Francisco en el Jubileo 2025, dedicado especialmente a la
esperanza y para el que el obispo también ha dedicado unas palabras.
«Necesitamos esperanza en nuestra Iglesia y en nuestra tarea evangelizadora»,
ha afirmado, «porque la esperanza es sinónimo de ilusión, de esfuerzo y tesón.
Está emparentada con la paciencia, la perseverancia y el bien».
Una esperanza cristiana que, ha asegurado el prelado, «también se encuentra en el testimonio de los mártires, que han sabido ser fieles a la promesa de Dios hasta dar su vida por Cristo». Así, ha animado a conservar «agradecidos» su memoria, especialmente en los tiempos de profundos cambios sociales y culturales que vivimos.