LOS LAICOS TIENEN UNA MISIÓN QUE CUMPLIR PARA CONSTRUIR EL REINO DE DIOS, AFIRMA FUNCIONARIO VATICANO

El laico tiene un papel propio en la construcción del Reino de Dios y este implica llevar la doctrina social de la Iglesia a la vida pública de las naciones, afirmó recientemente el secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, Rodrigo Guerra López.

Cartel del Congreso Americano Misionero. Dominio público
El experto católico hizo esta invitación el 20 de noviembre durante su participación en la sexta edición del Congreso Americano Misionero que se realiza en Puerto Rico hasta el domingo 24.

El evento reúne a más de 1.300 misioneros, laicos, religiosos y obispos del continente bajo el lema “América en Misión: Somos Discípulos Misioneros de Cristo Vivo”.

Durante su ponencia El Reino como horizonte de la misión. Camino para la transformación social en un contexto de desigualdades, Guerra López señaló que “América Latina sigue siendo, en el ámbito global, la región más inequitativa del mundo”, lo que significa “que la dificultad para salir de la pobreza, sobre todo de la pobreza extrema, aumenta”.

Sin embargo, aclaró que incluso “en medio de una necesidad profunda de transformación políticas, económica y social”, lo que el mundo y la Iglesia más anhelan es el encuentro con Cristo”.

“En otras palabras, si algo es importante en la vida, si algo espera nuestra realidad fragmentada, violentada y adolorida de América Latina y del mundo, es a Cristo, y es el Reino que Él viene a predicar y que está más allá de cualquier utopía política, económica o cultural”, aseguró.

En ese sentido, señaló que así como los sacerdotes y religiosos tienen un papel propio en el anuncio y construcción del Reino de Dios, lo mismo sucede con los fieles laicos.

“Es muy importante recordar que la vocación de los fieles laicos es la transformación del mundo según Cristo. Por supuesto, desde la transformación de la propia vida”, explicó.

Para ello, indicó el secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, los laicos deben “activar” una agenda que “se llama doctrina social de la Iglesia y que es una dimensión constitutiva de la evangelización”.

“Hay una buena noticia que dar en cada actividad humana —afirmó—, y por lo tanto la doctrina social de la Iglesia es como la proclamación del Evangelio en la educación, en la economía, en la política, en la cultura, en la sociedad, en el movimiento popular (…) en el gobierno. Ahí tenemos que aprender a estar los fieles laicos”.

Sin embargo, llamó a no caer en la tentación de ideologizar la construcción del Reino. “No existe fórmula política concreta, por sana que sea, que pueda arrostrarse para sí el nombre de la Iglesia o el nombre de la fe en Cristo. Ningún proyecto político se identifica con el Reino”, aclaró.

Al finalizar su ponencia, Rodrigo Guerra López invitó a imitar a la primera misionera, que es la Virgen María.

“María viene a anunciar el verdadero Dios por quien se vive, lo anuncia a través del encuentro con el indio, con Diego (…) ese encuentro, de manera inculturada, usando todos los lenguajes y signos posibles para que Juan Diego entendiera que el verdadero Dios por quien se vive es Jesucristo”, afirmó.

Por Eduardo Berdejo