Una duda que asalta a muchos creyentes tiene que ver con que la Biblia dice que fuimos hechos "a imagen y semejanza de Dios"
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La sagrada
Biblia dice en el Génesis narra cómo fueron creados los primeros seres humanos
que existieron en el mundo: Adán y Eva. Y especifica que fueron hechos por Dios
a su imagen y semejanza:
"Y Dios
creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y
mujer" (Gén 1, 27).
¿Hombre o
mujer?
Por esto,
muchos creyentes se preguntan: "Entonces, ¿Dios es hombre o mujer?"
Para entender esta cuestión, veamos qué dice el Catecismo de la Iglesia
católica:
"Por haber
sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona;
no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de
darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la
gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor
que ningún otro ser puede dar en su lugar".
(CEC 357)
Hasta aquí, el
Catecismo nos dice que el ser humano es alguien porque tiene
dignidad de persona, y es por él que Dios hizo toda la creación. Pero fue más
allá, porque por su amor por el hombre y la mujer no perdonó ni siquiera a su
Hijo para rescatarlos del pecado.
Sin embargo,
aún no despejamos la incógnita, ¿Dios es hombre o es mujer?
Dios es
Espíritu
El ser humano
está hecho de cuerpo y alma, como lo destaca el Catecismo:
"La
persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y
espiritual. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico
cuando afirma que 'Dios formó al hombre con polvo del suelo e insufló en sus
narices aliento de vida y resultó el hombre un ser viviente' (Gn 2,7)".
(CEC 362)
Así es que, el
alma que Dios dio al ser humano "es aquello por lo que es particularmente
imagen de Dios: 'alma' significa el principio espiritual en el
hombre" (CEC 363).
Y para dejarlo
claro, leemos lo siguiente:
"Dios no
es, en modo alguno, a imagen del hombre. No es ni hombre ni mujer. Dios es
espíritu puro, en el cual no hay lugar para la diferencia de sexos. Pero las
'perfecciones' del hombre y de la mujer reflejan algo de la infinita perfección
de Dios".
(CEC
370)
Cuidar a la
persona completa
Por lo tanto,
entendemos que somos como Dios porque tenemos un alma espiritual e inmortal, y
que la persona completa, alma y cuerpo, tienen una dignidad que le hacen capaz
de amar a Dios y relacionarse con otras personas.
Por eso, el
respeto a la persona completa implica cuidar su cuerpo y su alma, y trabajar
para perfeccionarse cada día para parecerse cada vez más a su Creador.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia