Fomentar y fortalecer el amor en los hijos es una enseñanza diaria e invaluable que sirve para toda la vida, formando lazos fuertes entre padres e hijos
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Sabiendo que la experiencia del amor puede marcar positivamente la
vida de nuestros hijos, estamos llamados a vivirlo de manera práctica,
dejándoles un legado que permanecerá con ellos para siempre, porque el amor se
mantiene fiel y cuando es real jamás desaparece.
Decirles que los amamos
Demostrarles
amor con hechos a nuestros hijos es importante, pero comunicarlo verbalmente también lo es.
Es fundamental afirmarlos en el amor con palabras. Aunque lo repitamos mil
veces al día y ellos lo sepan, no es posible malcriar a un niño con palabras
afectuosas.
Incluso
cuando sean mayores, será importante que escuchen "te amo", "te
quiero", "eres muy especial para mí". Esas palabras les dará la
confianza de que siempre serán recibidos y acogidos y, con el tiempo y cuando
tengan que caminar solos o se encuentren lejos, se convertirán en una poderosa
verdad.
Amarlos por igual, pero tratarlos de
manera única
El amor requiere conocer a cada uno de los hijos de manera
personal. Cada vez que puedes darle a un hijo toda tu atención y dedicarle un
tiempo de exclusividad para conocerlo, provocas una impresión permanente en su
corazón. Un recuerdo para toda la vida.
Cuando
saben que son amados por ser quienes son, y no por lo que han hecho, comienzan
a darse cuenta del verdadero valor de sus vidas. Y las personas que son
conscientes de ese valor inherente que tiene la vida cuentan con más oportunidades
de aprovecharla al máximo.
Enseñarles a poner amor en todas las
cosas
Nuestro
mayor esfuerzo tiene que ser el de enseñarles que las cosas que hacemos,
incluso las más pequeñas, cobran sentido cuando se hacen con amor. El amor es
la base sólida que les dará las herramientas necesarias para madurar y la
sabiduría ante la realidad que les toca vivir porque el amor es paciente, todo
lo soporta y se renueva cada día.
Cuando nuestros hijos sean capaces de incorporar el amor en su
vida diaria no solamente podrán hacer una diferencia con sus estudios o su
trabajo, sino que también abrirán muchos canales para extender ese amor a los
demás y compartirlo: un valor añadido que nuestro mundo necesita más que nunca.
Cecilia Zinicola
Fuente: Aleteia