Felipe ejerció su ministerio en comunidades de habla griega. Santiago se convirtió en el primer obispo de Jerusalén. Judas Tadeo es venerado como el “Apóstol de los armenios”
Nicolás Poussin | Dominio público |
Al final del
Evangelio de Mateo, antes de describir la ascensión de Jesús al cielo, el
evangelista presenta a Jesús diciendo a sus apóstoles: «Id, pues, y haced
discípulos a todas las gentes» (cf. Mateo 28, 19-20). Como se ve en el
libro de los Hechos y en muchos otros escritos cristianos tradicionales
(apócrifos o no), los apóstoles, que tenían el mandato divino de viajar
por el mundo por causa del Evangelio, no perdieron el tiempo. Toda la
literatura apostólica primitiva los presenta poniendo inmediatamente la mano en
el arado, empeñados en la difícil tarea de sembrar semillas de fe por
dondequiera que iban.
Entonces,
¿dónde terminaron? ¿ Realmente “hicieron discípulos de todas las
naciones”?
Pedro
Se cree
tradicionalmente que Pedro viajó primero a Antioquía y
estableció allí una comunidad. No permaneció allí mucho tiempo, pero a
menudo se le conoce como el primer obispo de Antioquía. Es posible que
después visitara Corinto antes de dirigirse a Roma. Allí ayudó a formar la
comunidad cristiana y finalmente fue martirizado en el Circo de Nerón
alrededor del año 64 d. C.
en Roma. La Basílica de San Pedro en el Vaticano está construida sobre
la tumba de San Pedro.
Andrés
Después de
Pentecostés, muchas tradiciones antiguas señalan a Andrés, hermano de Pedro,
como el apóstol de los griegos. Se cree que predicó a las
comunidades griegas y fue martirizado en Patras en una cruz
con forma de X. Sus reliquias fueron finalmente trasladadas a la catedral del
Duomo en Amalfi, Italia.
Santiago el
Grande
Se cree que
Santiago fue el primer apóstol que fue martirizado. En los Hechos de
los Apóstoles se lee: “El rey Herodes, poniendo mano dura sobre algunos
miembros de la Iglesia, mató a espada a Santiago, el hermano de Juan” (Hechos
12:1-2). Murió en el año 44 d. C. en Jerusalén, pero su tumba no se
encuentra cerca de ese lugar. Después de su muerte, su cuerpo fue
trasladado a España y actualmente se encuentra en Santiago de Compostela. Su
tumba es el punto de destino de la centenaria peregrinación, El Camino, que
sigue siendo popular hoy en día.
Juan
Juan , autor
del Evangelio de Juan y del libro del Apocalipsis, fue el único apóstol
que no tuvo una muerte de mártir. En el Apocalipsis, escribe desde la
isla de Patmos, Grecia: “Yo Juan, vuestro hermano, que comparto con vosotros en
Jesús la tribulación, el reino y la paciencia, estaba en la isla llamada
Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesús” (Apocalipsis
1:9). Murió alrededor del año 100 d. C. y está enterrado cerca de Éfeso.
Felipe
En los años
posteriores a Pentecostés, Felipe ejerció su ministerio en comunidades
de habla griega. Se sabe poco sobre sus aventuras, excepto que fue
martirizado alrededor del año 80 d. C. Sus reliquias se encuentran en
la Basílica de los Santos Apóstoles, en Roma.
Bartolomé
Se sabe poco
sobre la labor evangelizadora de Bartolomé. Varias tradiciones lo sitúan
predicando en distintas zonas. Se cree que fue martirizado y
sus restos se encuentran actualmente en la iglesia de San Bartolomé en la Isla,
en Roma.
Tomás
El
apóstol Tomás, que “dudaba”, es ampliamente conocido por sus esfuerzos
misioneros en la India. Existe una historia popular sobre una de sus
aventuras que se centra en la conversión de un rey local que “dudaba”. Murió
alrededor del año 72 d. C. y su tumba se encuentra en Mylapore, India.
Mateo
Mateo, uno de
los cuatro evangelistas, es más conocido por su Evangelio. Predicó en
varias comunidades del Mediterráneo antes de su martirio en Etiopía. Su
tumba se encuentra en la catedral de Salerno, Italia.
Santiago el
Menor
Los estudiosos creen que Santiago el Menor fue el autor de la “Epístola de Santiago” que se encuentra en el Nuevo Testamento. Después de que los apóstoles se dispersaran y abandonaran Jerusalén, Santiago permaneció allí y se convirtió en el primer obispo de la ciudad santa. Permaneció allí durante varias décadas hasta que fue apedreado hasta la muerte por las autoridades judías en el año 62. Algunas de sus reliquias se pueden encontrar en la Basílica de los Santos Apóstoles, en Roma. También se cree que su tumba se encuentra en la Catedral de Santiago en Jerusalén.
Judas Tadeo
El
apóstol “olvidado” por su nombre de Judas Iscariote, San Judas predicó el
evangelio en varios lugares. Es venerado por la Iglesia Armenia como el
“Apóstol de los armenios”. Sufrió el martirio alrededor del año 65 d. C.
en Beirut, Líbano. Sus restos se encuentran actualmente en la Basílica
de San Pedro en Roma.
Simón el
Zelote
A Simón se
le suele representar con Judas Tadeo y algunos creen que predicaron juntos como
equipo. Esto se debe en parte a que una tradición afirma que ambos
fueron martirizados en Beirut el mismo año. Se cree que algunas de sus
reliquias se encuentran en la Basílica de San Pedro en Roma.
Matías
Según una
tradición , después de ser elegido como “apóstol sustituto”, Matías
fundó una iglesia en Capadocia y ejerció su ministerio entre los
cristianos de las costas del mar Caspio. Se cree que murió como mártir y
que fue decapitado con un hacha en Cólquida a manos de los numerosos paganos
que allí vivían. Se dice que algunas de sus reliquias fueron traídas a Roma por
Santa Elena.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia